Los vecinos por la necesidad de trasladarse a centros de trabajo o de retorno al hogar, además de la movilización de la familia, fueron admitiendo paulatinamente una doble tarifa por un mismo servicio, que dicho sea de paso no mejoró en sus condiciones de comodidad y seguridad.
En las ciudades de alto crecimiento poblacional, autoridades y hasta dirigentes vecinales acordaron reconocer esa división de tramos y pagar doble "pasaje" para llegar a destino de ida o vuelta, como se vea el asunto, pero con incremento de monedas en una misma movilidad.
Hay una serie de imponderables que hacen dificultoso el trabajo de minibuses, los vehÃculos más incómodos para transporte de pasajeros, pero lamentablemente los más utilizados por la cantidad de este tipo de movilidades que congestionan las calles, haciendo lento su recorrido especialmente en el sector central y en las proximidades de centros de abasto. Otro problema constituye el mal estado de las calles, especialmente cuando llueve y se hace imposible su circulación.
De ese modo y por esas circunstancias, es que el trameaje está empezando a tomar carta de juego en el tablero de algunos servicios de transporte, razón por la cual se hace necesaria una pronta intervención de autoridades competentes, caso del municipio y la PolicÃa Operativa de Tránsito para contener la actitud de los transportistas, en tanto se efectúe un reordenamiento del transporte, las rutas asignadas, la necesidad de despejar el caótico centro urbano y la necesidad de lograr acuerdos conjuntos, como mejorar las calles por cuenta municipal, y por parte de los transportistas ofrecer mejores servicios en movilidades en las que Tránsito controle el buen uso de espacios, es decir, un pasajero por asiento y no viajeros parados que convierten las estrechas movilidades en verdaderas "latas de sardina".
Hay que tomar en cuenta que por lo observado en nuestro medio, son poquÃsimos los pasajeros que eventualmente utilizan los servicios de parada a parada, la mayorÃa lo hace hasta el sector central o mercados, por lo que la renovación de pasajeros es permanente, cubriendo de tal modo, una doble y hasta triple tarifa.
En el caso de Oruro, es evidente que la ciudad se ha extendido en los cuatro puntos cardinales, como es cierto que se ha cuadruplicado la cantidad de vehÃculos que entran a un negocio que indudablemente es lucrativo y por lo mismo debe ser adecuadamente reglamentado, sin que se imponga el trameaje que es una carga indebida en la economÃa familiar.
Fuente: LA PATRIA
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