El gobierno ha enviado a su más genuino representante
13 jun 2010
Fuente: La Paz, 12 (ANF).-
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Ya que el desempeño de nuestra selección de fútbol fue tan penosa en la ronda clasificatoria para el Mundial de Sudáfrica, y que quedamos en la cola abrazados de Perú, el Gobierno no ha querido estar ausente de tan importante cita planetaria, y por tanto ha enviado a su más genuino representante: el Presidente don Evo Morales Ayma. Futbolista frustrado, exitoso activista cocalero y empedernido viajero. S.E. fue invitado, dizque, por su colega sudafricano, y luego de “muchas dudas” aceptó ir. Lo que no se ha informado es si la invitación incluye pasajes de ida y vuelta, alojamiento, y viáticos para el Presidente y sus acompañantes. Nos tememos que no.
Sin embargo, no hay que ser tan egoístas. ¡Las decenas de presidentes africanos que han ido a ver a Shakira! Aunque S.E. no hubiera perdonado jamás que alguno de sus antecesores fuera a deleitarse en un Mundial, pero él es él, así que todos chitón. Goni fue a la inauguración futbolera en EE.UU. pero era totalmente justificado porque Bolivia abría heroicamente la jornada mundialista frente a Alemania. Eran otros tiempos aquellos. Ahora bien, eso de que Evo Morales esté en Sudáfrica no tiene ningún otro motivo que no sea su apasionado amor por el fútbol, la atracción de bailar el waka-waka -que no es igual al waka tokori- y alojarse en algún hotel de película, cambiando el “apthapi” demagógico por la langosta de los sibaritas ricos. Los pseudo-revolucionarios en general, cuando llegan al poder, se enloquecen por la vida burguesa y se rinden ante un plato sofisticado o alguna bella muchacha, antes inalcanzable. Hasta ahí llega su idealismo y amor por los pobres. Es comprensible en el fondo.
Lo que no nos gusta es que nos mientan tanto. El Vice se ha convertido en un profesional de la mentira y del subterfugio. Es un sofista pesado, malabarista del embuste, adulón cuando lo necesita y amenazante cuando está en posición de fuerza. Nos viene con que la visita de S.E. a Sudáfrica contempla una serie de reuniones muy positivas para Bolivia. Que “el presidente Evo” nunca gasta mucha platita en sus giras. Así que tenemos que quedarnos conformes. Ya sabemos que la presencia del jefe del Estado Plurinacional y de las Seis Federaciones de Cocaleros del Chapare ha provocado que no se paralice la burocracia sudafricana porque tiene asuntos urgentes que tratar con S.E. ¡Qué casualidad más desafortunada para los anfitriones que llegue el presidente de un Estado Inédito con ganas de trabajar! ¡Justo quiere laburar el día de la inauguración! ¡Qué lata!
El presidente chileno Sebastián Piñera fue al lugar de concentración del equipo nacional en Santiago y les deseó la mejor de las suertes a los jugadores. Dijo que jamás había faltado a un Mundial en los últimos 16 años pero que ahora lamentaba no ir porque ya era el Presidente de Chile. Afirmó que tenía demasiadas responsabilidades y que Chile atravesaba por momentos graves, tristes, que requerían de mucho esfuerzo y de su presencia en el país. ¡Qué ejemplo! Se queda en La Moneda pese a que la selección chilena clasificó brillantemente.
Claro, una cosa es ser estadista y otra gobernante “amateur”. S.E. se va a ver fútbol e intentar unos pasos contorsionados de waka-waka, como si Bolivia viviera en estado de gracia. Torturados y muertos en Uncía -donde el ministro Llorenti tiene una lamentable actuación- además de una situación especulativa en el sistema financiero que asustó a los ahorristas, y un ambiente interno malo, con la aprobación de leyes destructivas que traerán caos y con abusivas destituciones de autoridades opositoras elegidas por voto popular. A eso se suma la guerra aérea: la compra de un avión presidencial caro y sin licitación (hay que preguntarle al embajador ruso); y por el otro lado un ataque permanente y mortífero contra Aerosur, empresa cruceña para variar a la que se quiere borrar de los cielos. Todo eso y mucho más le vale un pimiento al Estado Inédito. Hay fútbol y jolgorio multitudinario y de ahí somos.
S. E. ha expresado que “con Sudáfrica tenemos algo parecido”. Seguramente que mucho. Pero dos cosas no: en Sudáfrica se neutralizó un racismo salvaje que en Bolivia se lo incita diariamente. La segunda, eso que le han contado a S.E. de su parecido con Mandela es mentira. Peor que una mentira, es una estupidez.
Fuente: La Paz, 12 (ANF).-
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