No es mayo, mes dedicado a la Reina y Madre, MarÃa SantÃsima, ni es octubre, Mes del Santo Rosario, pero es siempre oportuno hablar de esa sublime oración.
Recuerdo que el 15 de mayo de 2005, la Legión de MarÃa de Oruro celebraba un magnÃfico, organizado y productivo -espiritualmente- congreso diocesano, siendo una de sus conclusiones dirigirnos al presidente de la Conferencia Epìscopal de Bolivia, entonces el cardenal Terrazas para pedirle que comandara una Cruzada de adoración al SantÃsimo Sacramento, y rezo del Santo Rosario.
En el manifiesto mariano recordábamos que, teniendo presentes los históricos momentos de Filipinas, durante el gobierno de Marcos, cuando el cardenal Jaime Sin ante la gravedad de la crisis hizo que todas las órdenes religiosas efectuaran adoración eucarÃstica permanente hasta que terminara el conflicto, ordenando asimismo que todas las parroquias de Filipinas organizaran el rezo continuado del Santo Rosario. Con lo que vino a llamarse «la Revolución de los Rosarios», sin una sola gota de sangre derramada, demostró la naturaleza milagrosa eucarÃstica y mariana de la solución pacÃfica de la crisis.
No despreciaron el rezo del Santo Rosario grandes papas, obispos y santos de todos los tiempos, como el Papa San PÃo V.
La batalla de Lepanto fue el mayor combate naval de la historia. En ella, las fuerzas católicas arrasaron a la flota turca, hasta entonces considerada invencible. El hecho muestra que no hay poderÃo humano que pueda resistir a los hombres que seriamente se disponen a combatir por la causa de Dios. Principio olvidado por el ateÃsmo práctico moderno, cuyo recuerdo es especialmente útil, visto el avance del marxismo cultural, ad intra y ad extra.
En 1961, el escenario habÃa sido montado para invadir Brasil, justo como sucedió en Cuba. Doña Amelia Bastos, mujer de temple y devoción formó Campaña de Mujeres por la Democracia (CAMDE). En Belo Horizonte, 20.000 mujeres rezando el Rosario, desmantelaron la reunión izquierdista que se estaba llevando a cabo ahÃ, en Sao Paulo 600.000 mujeres rezando el Rosario en una de las demostraciones más emotivas de la historia brasileña, hicieron tañer la campana de la muerte para la revolución comunista.
La Iglesia, como dice el Santo, dirigida por el EspÃritu Santo, se sirvió de esta forma de oración en los tiempos de flagelos y calamidades públicas. Elevemos el cielo nuestros brazos con el Rosario bendito.
german_mazuelo_leyton@yahoo.com
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