Loading...
Invitado


Domingo 13 de junio de 2010

Portada Principal
Revista Dominical

Hace 62 años la escuela abrió sus puertas en Pumasara

13 jun 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Donato Ayma Rojas

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Después de 17 años, que surgiera la primera Escuela Ayllu de Warisata en 1931 en el altiplano paceño, bajo el impulso del profesor Elizardo Pérez y el Amauta Avelino Siñani. El 13 de junio de 1948, hay otra luz que comenzó a alumbrar, hace 62 años, con la apertura de la escuela por primera vez en Pumasara, situada en las proximidades del lago Poopó de la provincia Saucarí del departamento de Oruro, en un lugar alejado, sin acceso de vías de comunicación de transporte motorizado, en medio de pajonales y arenales. Un 99% de la población, en ese entonces no sabían leer ni escribir, porque no tenían ningún centro educativo de esta naturaleza. La lengua que predominaba, era el aymara y algunos pocos hablaban también el quechua, muy pocos podían hablar algunas palabras en castellano aquellos que han podido aprender en las parroquias y otros lugares.

En este contexto social y cultural, la escuela alumbró como una luz de esperanza para romper la oscuridad y el analfabetismo de los niños y jóvenes, en favor de los desposeídos de esta región. Hombres y mujeres, se han visto en un nuevo escenario de educación, donde sus hijos alcanzarían la enseñanza de la lectura y escritura, con el objeto de salir del atraso y la postergación que han vivido desde sus antepasados varias generaciones, sin conocer ese nuevo fenómeno, la escuela.

ORIGEN E HISTORIA

Es importante destacar, en esta parte del altiplano orureño del sur de la provincia Saucarí, la escuela llegó en 1948, cuatro años antes de la revolución nacional del 1952, gracias a la iniciativa de algunos de sus pobladores.

Los principales impulsores de la escuela en Pumasara-Untavi, son un grupo de jóvenes del lugar a la cabeza de Eugenio Rojas, Felipe Quispe, Pedro Rojas y otros. Éstos, se movilizaron para realizar los trámites pertinentes ante las autoridades educativas en Oruro, solicitando una escuela para su comunidad: “Una escuelita nomás”, este trámite no ha sido tan fácil, si no que ha seguido un proceso paso por paso hasta lograr la firma y sello de las autoridades educativas de entonces, finalmente se logró en buena hora la creación oficial de la escuela Pumasara, además la asignación inmediata de un profesor. En el proceso, enfrentaron varias dificultades además esfuerzo, el trabajo de estos jóvenes no ha sido en vano, ha pasado a la historia como un hito importante, en cuanto se refiere la educación en Pumasara.

Es importante señalar algunos antecedentes en base al testimonio de Daniel Rojas Quispe, esos tres jóvenes, cuántas veces habían ido a las reuniones de la comunidad para convencer de la necesidad de una escuela. Daniel, recuerda que en su discurso Eugenio Rojas decía: ¡Hasta cuándo! ¡Hasta cuándo!, otra vez otra vez repetía en una reunión. Ese momento Daniel, no entendía qué quería decir, porque era un adolescente aymara hablante, --hasta cuándo no vamos a tener escuela--, eso había sido, dice nuestro entrevistado. Eugenio ya era leído, había estudiado en la escuela de Toledo.

En una entrevista con Daniel Rojas, vecino de Untavi, cuenta todo el proceso que comenzó en la reunión del cabildo del ayllu Pumasara, por cierto con algunos tropiezos y terminando positivamente con los trámites en la Dirección de Educación Distrital de Oruro, este el testimonio:

“Mi hermano mayor Eugenio Rojas tenía como 25 años, Pedro Rojas y Luís Quispe casi iguales en edad, en una oportunidad habían planteado en el Cabildo del Ayllu, en donde todos los de la comunidad estaban reunidos para tratar sus asuntos del ayllu según los usos y costumbres, ignoraban de la importancia que tiene la escuela, y no respetaban la opinión de los jóvenes, recibían el trato discriminatorio de “mocosos y yuqallas”. Esos jóvenes ya tenían cierto grado de formación escolar, en el Cabildo por tanta insistencia les habían permitido hablar, a partir de ahí la gente había tomado conciencia por la importancia que tiene la escuela, era el domingo de Tentación de 1948. Y, ese mismo año, en junio se ha hecho realidad la escuela en Pumasara, Untavi”.

Era invierno cuando llegó el profesor Gilberto Ravelo junto a su esposa, acompañado de Eugenio Rojas, después de varios días de caminata cargados en lomo de animales, esa época no había medios de transporte motorizado, tampoco había camino, era un lugar bastante aislado. Ese día, la comunidad de alegría la convirtieron en una fiesta educativa, los primeros alumnos formados en fila frente a frente para recibir a su profesor, en medio de muchos aplausos y dianas de zampoñas. La comunidad y los padres de familia, la recibieron concentrados desde la orilla del ingreso al pueblo, acompañado de música de zampoñas, mixturas y abrazos.

Para Untavi, este día es un hito histórico, 13 de junio de 1948, se asienta el acta de fundación de la escuela Pumasara, en presencia de todo el pueblo, al mismo tiempo en la oportunidad posesionan al primer profesor de la escuela Gilberto Ravelo, con dianas de música y mixturas, sobre el tendido de una cama tejida.

En esa ocasión por primera vez, las clases comenzaron casi con 60 alumnos, de diferentes edades desde 7 a 22 años, todos pertenecían al nivel inicial pasaron clases sin interrumpir hasta finales del mes de octubre de ese año, cuatro meses continuos de julio a octubre. Había también jóvenes como alumnos sedientos de educación de la población vecina de Cruz Pata.

El año siguiente regresó el mismo profesor, muchos de ellos inscritos al segundo curso, además había otro curso del primer básico. Ese año la escuela ya tenía dos cursos, el primero y segundo del nivel primario.

LA PRIMERA AULA

Las autoridades de la comunidad, en esa oportunidad habían dispuesto como la primera aula escolar la casa particular de familia Choque (Venancio Choque), ahí comenzó las clases el primer año, el segundo y tercer año en la casa de familia Ayma, el siguiente año en la casa de Bernabé Choque. Esas casas antiguas eran antipedagógicas, frías, oscuras, no tenían ventanas apenas un agujero, con puertas de cacto “qhiyaylli”.

Como aula escolar, esas casas no tenían las condiciones necesarias, eran oscuras sin ventanas, frías, piso de tierra, así se pasaban clases, soportando el intenso frío del invierno. En busca del calor salían al patio a pasar clases, donde se escribía sobre la arena con el dedo en lugar de la pizarra. Tampoco se contaba con mobiliarios, entonces los padres de familia improvisaron los asientos para sus hijos en forma de bancos de adobe, otros se traían un cajón de madera para escribir encima y un cuero de oveja para tender en el piso, sentado en el suelo.

Después de dos años de experiencia educativa, la comunidad recién acordaron de construir una infraestructura escolar bastante acogedora.

LAS AUTORIDADES LOCALES

El año (1948) cuando comenzó la escuela, las autoridades estaban constituidas por los siguientes: Corregidor Leandro Choque, Agente municipal Evaristo Choque, Alcalde Escolar Estanislao Rojas. En la gestión de estas autoridades, está firmado y sellado el primer libro de acta del establecimiento educativo. Se puede observar también en el acta, mayormente las impresiones digitales.

En efecto, la escuela se abrió con una población escolar monolingüe aymara, el profesor no sabía hablar la lengua originaria, los niños tampoco sabían hablar el castellano, por lo tanto podemos afirmar que había un choque cultural, ninguno se entendían. Entonces, para los educando era doble esfuerzo, primero aprender las primeras palabras del castellano y segundo la lectura y la escritura. Así comenzó la educación en Pumasara, pasaron varias décadas.

En los padres de familia, han cambiado sus horarios habituales, la escuela tiene otras normas, por lo tanto sus hijos tienen un horario rígido de ingreso y salida, porque diariamente había que preparar su merienda, alistar sus útiles, su aseo y otros. Muchos vienen a pie corriendo cargados de sus útiles y su merienda desde: Ch’ujñasirka, Wiqarku, Taypisirka y otros, esto significa que el alumno tiene que salir una hora o una hora y media antes dependiendo la distancia, para llegar a tiempo a sus clases.

ESCUELA DE FUTBOL

1950, el profesor Severo Hinojosa, de las aulas escolares, se extendió a la comunidad enseñando técnicas y reglas del fútbol, en una cancha improvisada en las proximidades de la población. La actividad deportiva por entonces comenzó a desarrollar los días miércoles, semanalmente los jóvenes se concentraban en la cancha, para las prácticas de fútbol bajo la dirección técnica del Prof. Hinojosa. A partir de ahí, particularmente los varones se han apasionado al fútbol, muchos de ellos practicaban en la cancha con los pies descalzos.

OTRO PASAJE HISTORICO

También, debemos recordar el invierno de ese año (1950) el Prof. Severo Hinojosa se trasladó junto a sus alumnos a la isla de Panza, para pasar el invierno, porque allí tienen un micro clima ciertamente abrigado.

Las clases en la isla, coyunturalmente se pasaba en una casa particular en lugar denominado Qunchi. Para los alumnos el medio ambiente había cambiado totalmente, ya era otro ambiente, se encontraban en medio de los th´olares verdes que no pierde vegetación, pedregoso de piedras calizas “q’ataw qala”, pequeñas serranías, arbustos, rodeados del lago, en las noches con el viento se escuchaban las oleadas del lago, el trinar de las aves lacustres, centenares de parigüanas impresionantes de colores rojizos de la familia: ititi e irati que producían una diversidad de sonidos melódicos por las noches y las madrugadas como fueran una banda de música, es cuando hacían sus nidos en un lugar determinado.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: