Se dice que la mentira tiene patas cortas, pero hay algunas que por azares del destino o porque quien la dice y la sostiene es lo suficientemente hábil como para que tenga unas piernas muy largas y duren mucho, a veces eternamente e incluso lleguen a convertirse en realidad.
Para muchos, la mentira no es simplemente decir lo contrario a la verdad, sino que es el arte de inventar la realidad que se quiere vivir haciendo de ella una profesión y una forma de vida.
Joseph Goebbels, fue el Ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich, ideólogo de la teorÃa de la mentira, que proclamaba sobre todo la facilidad con la que se puede manipular la mente humana, siempre y cuando la puedas mantener al interior de un grupo social. DecÃa que el hombre individualmente es capaz de pensar, reflexionar y darse cuenta de la realidad, pero que dentro de una masa amorfa social, piensa y siente como quieras que lo haga.
El Führer le encargó destacar la pureza y supremacÃa de la raza aria y que su persona tenga dimensiones mesiánicas de divinidad, además de justificar los motivos de la guerra.
El pueblo judÃo en Europa sufrió inmediatamente las consecuencias de tan dura propaganda y su tragedia ante los ojos del mundo se vio en ese momento casi ignorada por el gran trabajo de Goebbels.
El genocidio al principio era tan sólo un rumor, pero posteriormente empezó a cobrar cuerpo como una noticia macabra, situación que ponÃa en una muy mala posición a Hitler frente al mundo.
Para evitar que la sangre llegue al rÃo, el Führer acudió a su mejor lugarteniente encargándole tomar medidas y hacer algo para revertir tan horribles rumores.
El mitómano más grande de la historia tenÃa entre muchas de sus habilidades la de ser un gran productor de cine y a su influencia la maquinaria filmográfica alemana produjo monumentales pelÃculas cuya finalidad principal era la de insuflar el nacionalismo y patriotismo teutón.
Y esa serÃa una vez más su mejor herramienta. Para su fin utilizó un campo de concentración llamado Theresienstadt, una fortaleza construida en el Siglo XVIII en los territorios de la ocupada Checoslovaquia y que servÃa como una etapa intermedia para los prisioneros que finalmente eran enviados a Auschwitz.
"Hitler le regala una ciudad a los judÃos", es una pelÃcula (la puede ver en YouTube) en la que durante 20 minutos aproximadamente se puede observar al ritmo melodioso del Requiem de Verdi, a unos mil judÃos de todas las edades viviendo en un paraÃso que muchos alemanes hubieran querido para sÃ, tomando en cuenta la cantidad enorme de restricciones que tenÃan debido a los ajustes por la guerra.
Al mundo entero saldrán imágenes dignas de un film de Goebbels, con banderitas por doquier, gente entusiasmada y niños sonriendo de oreja a oreja, mientras sus padres bailan al ritmo de las bandas carnavaleras mostrando a todos nuestro rico y vasto folklore,
Habrá que ver quien le compra a nuestra ministra de propaganda semejante falacia, puesto que cuando la realidad salga a flote, algunos de los bailadores van a salir corriendo del paÃs más rápido que los competidores del mentado rally.
Ser vÃctima de una mentira es algo que le puede pasar a cualquiera, y por lo general depende de cuan bueno sea el mentiroso o cuan ingenua sea la vÃctima, pero lo que es idiota de verdad, es querer mentirse a uno mismo y repetir esa farsa con la esperanza que se vuelva realidad.
(*) Paceño, stronguista y liberal
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