Irrupción de fuerzas ciudadanas

Precisamente al comenzar el nuevo año y arrastrando problemas del anterior, las cosas se presentan con ciertas variantes que pueden ser motivo de cambios en el comportamiento ciudadano, que no es lo mismo que esperar el "cambio" que se prometió y que se cumple parcialmente por la serie de interrupciones al proceso que se originan en desacuerdos de política interna en la que prevalecen algunas contradicciones que complican la situación.

Pero el problema no se solucionó y pasó a la nueva gestión con una serie de reclamos, aparte de los ya conocidos, es decir que se añaden a las movilizaciones profesionales de otras ramas, maestros y periodistas entre otros denunciando igualmente incongruencias en la nueva normativa penal que no satisface expectativas para mejorar las condiciones en el desempeño de muchas actividades.

Empieza a moverse una cadena de eslabones laborales, entre los que se incluyen otras ramas del transporte, están los gremiales, se añade el principal organismo sindical, se reúnen y aprueban medidas los comités cívicos, mientras los médicos huelguistas retornan paulatinamente a sus labores, pero bajo la advertencia oficial de que "día no trabajado, será día no pagado", hecho que otra vez alteró el ánimo de los médicos que evidentemente no trabajaron mes y medio. La nueva lucha del sector será por recuperar sus salarios.

Mientras tanto el común de la población se atiene a las contingencias creadas por la irrupción de nuevas fuerzas ciudadanas, que siguiendo la corriente de muchos disconformes se suman al planteamiento que se generaliza en el sentido de pedir la anulación de todo el código penal, para que sea reconducido en su tratamiento, pero acercando a representantes de los diferentes sectores a las mesas de negociación que en cada caso podrán consensuar criterios para aprobar una norma jurídica que penalice los delitos, pero al mismo tiempo que garantice la vigencia de los derechos ciudadanos, entre los que se cuentan las normas éticas de cada sector y el cumplimiento responsable de las actividades cotidianas, buscando el bienestar y la seguridad de bolivianos y bolivianas.

En este momento y dadas las condiciones que emergen en el diverso conglomerado ciudadano, no es posible que se mantengan posiciones de fricción, tampoco de confrontación, cuando lo ideal es que se entienda que a raíz de un elemento calificado como erróneo en el formato de un nuevo código, se ha desatado una movilización que muestra desacuerdo a la norma en conjunto.

Con el fin de actualizar la normativa jurídica se aprobó y promulgó sin pérdida de tiempo, un nuevo código que tiene algunos aciertos, pero predominan los desaciertos, elementos estos últimos que deben cambiarse en el contexto de tener leyes operables, justas y respetuosas de los derechos ciudadanos.

Fuente: LA PATRIA