Jueves 11 de enero de 2018
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Antaño, predominaba una cultura de mesura, de reutilizar, quizás sà se reciclaba, pero no se escuchaba la palabra, sino que se hacÃa de forma natural, las abuelas recosÃan la ropa, usaban tachos de lata para la basura y bolsas de tela para ir al mercado, los niños heredaban la ropa de los hermanos mayores e inclusive los libros eran pasados de una generación a otra.
Pero desde que nos invadió la cultura del consumismo y de lo desechable, las cosas han cambiado en el mundo, parece que nos convertimos en máquinas de consumir cosas, de comprar cosas nuevas y tirar las que ya no nos gustan o no utilizamos, además que los productos ya no vienen reforzados y durables como antes, sino que se rompen, se arruinan o quedan obsoletos rápidamente.
Es esa mentalidad de consumismo, esa cultura de lo desechable que nos ha llevado a abusar de la naturaleza como lo hacemos, dejamos correr el agua innecesariamente, tiramos cantidades de comida a la basura, botamos aparatos electrónicos como si fuera cualquier cosa, los libros ya no se heredan, sino que cada año se piden nuevos textos en las escuelas, la ropa o dura poco o los gustos cambian vertiginosamente, los niños son exigentes y deben vestir siempre el último grito de la moda aunque su ropa nueva parezca un trapo viejo, permitimos la tala de bosques, la matanza de animales, y es asà como poco a poco o quizás rápidamente estamos destruyendo nuestro planeta.
Fuente: LA PATRIA
