Infraestructura en servicios de salud

Una de las deficiencias más marcadas en el conflicto de médicos y Gobierno, fue la que se reveló en materia de infraestructura en los servicios de salud, especialmente en la falta de más centros hospitalarios de tercer y cuarto nivel en ciudades capitales de departamento e intermedias, donde resulta deficitario el servicio que se otorga a miles de pacientes, tanto en el sector de salud pública como en el que funciona bajo administración del seguro social.

En las poblaciones rurales tampoco se cuenta con el número apropiado de hospitales, ni siquiera de segundo nivel, porque los de menor importancia son tan solo "postas sanitarias" en las que se brinda atención primaria, sin posibilidades de facilitar tratamientos médicos a pacientes que deben ser derivados a hospitales de mejor nivel en ciudades intermedias o algunos centros mineros, en los que también es marcado el déficit de personal profesional.

El problema estructural de los servicios de salud es sumamente serio y constituye el factor predominante para que la población que acude a esos centros sienta que todo el sistema es muy deficiente, tanto que en muchos casos las urgencias obligan a recurrir a centros privados para salvar casos complicados y de especialidades médicas, pero muy pocos pacientes pueden cubrir esos gastos médicos.

Atender al sector de salud siempre ha sido un problema en la mayoría de los gobiernos, pese a que muchos mandatarios anticiparon en sus ofertas políticas priorizar los programas de salud y los de educación. En los hechos y bajo análisis comparativos de gastos e inversiones, el rubro de salud, siempre ha estado por debajo de la media de fondos destinados en los presupuestos nacionales, dando paso a otros ítems, políticos y sociales que acaparan el mayor porcentaje de los recursos públicos.

El avance en la construcción de nuevos hospitales, en algunos casos corresponde al financiamiento externo en calidad de préstamos a largo plazo o directamente con recursos otorgados a "fondo perdido" al tratarse de instituciones internacionales de servicio. La cuenta específica de salud ha tenido de manera constante limitaciones muy marcadas, pese a los esfuerzos de colocar ese sector entre los de prioridad en inversión.

En el caso de Oruro, el Hospital San Juan de Dios fue objeto de una remodelación porque el estado de sus ambientes era realmente crítico, se caía a pedazos, los arreglos y algunas ampliaciones demoraron buen tiempo y aún hay necesidad de más gastos para dejar ese antiguo hospital de tercer nivel, en condiciones más seguras y cómodas para la comunidad. A mucha insistencia y el reclamo de los sectores sociales, después de muchos años de lucha se logró la edificación de un nuevo hospital de tercer nivel, que se hizo posible con financiamiento coreano y que actualmente permite "desdoblar" un fuerte contingente de pacientes hacia los consultorios de la nueva infraestructura.

Por lo demás no hay nuevos proyectos en materia de salud, para el distrito. Como un hecho feliz para el Departamento de La Paz, el Gobierno anunció recientemente a través del Ministerio de Salud que se trabaja en la construcción de 11 hospitales con un presupuesto de 2.915 millones de bolivianos que serán desembolsados hasta el año 2022.

Es de esperar que en la próxima programación presupuestaria se observen algunas estadísticas en materia de salud, para tomar en cuenta la necesidad de asignar recursos, en función a las necesidades reales de mayor infraestructura en materia de salud. Solucionado este problema equitativamente con seguridad que serán menores las dificultades para atender en mejores condiciones a la población nacional que demanda más centros de salud.

Fuente: LA PATRIA