El año nuevo ya está en marcha, comenzó con el entusiasmo natural de la gente, la mayoría optimista por lo que pueda deparar una nueva gestión en la que ojalá se resuelvan los problemas y se cumplan las promesas pendientes, pero además puedan iniciarse nuevos proyectos que satisfagan las expectativas de una población confiada en que sus gobernantes trabajarán "escuchando al pueblo".
En ese orden, la prioridad es resolver el prolongado conflicto con los médicos que puede llegar a los 40 días de suspensión de servicios de salud, con grave riesgo para una población vulnerable al ser dependiente de la atención médica regular y la dotación de medicinas, pero además de personas a las que se ha postergado operaciones quirúrgicas, que se entiende son parte de una emergencia que no puede esperar indefinidamente, por aspectos ajenos a una obligatoria responsabilidad profesional.
Varios ministros deberán comenzar sus actividades tratando de dialogar con diferentes sectores que entre otras cosas puntuales, han planteado la revisión de artículos del nuevo código penal, pero la Central Obrera Boliviana (COB) ha ido más lejos en su reclamo, exigiendo abrogar todo el código penal. Este asunto tiene que ser objeto de tratamiento especial inmediato para evitar una serie de contingencias negativas que han sido anunciadas para los primeros días del año y que de aplicarse crearán un sinnúmero de problemas a la población en general.
La situación económica del país confronta algunos desajustes que están siendo disimulados con medidas aleatorias pero que no resuelven el problema de la baja de nuestras reservas o el grueso monto de nuestra deuda externa, porque en ambos casos todo dependerá del precio de nuestras materias primas en los mercados externos y con cierta tendencia positiva en el precio del barril de petróleo que es referente para cotizar el gas que exportamos. El petróleo está a punto de alcanzar los 60 dólares por barril y la tendencia es que ese valor pueda elevarse en el año que comienza. Sin duda es una buena noticia para el país.
Lo que preocupa realmente, es la falta de decisiones superiores para establecer una nueva política minera y metalúrgica, dadas las favorables condiciones coyunturales que se marcan en los precios internacionales para la mayoría de los minerales que explotamos y exportamos todavía como concentrados, con menor valor del que realmente correspondería si esa materia prima fuese vendida con valor agregado al ser industrializada en nuestras fundiciones. Pese a la carencia de una normativa que reestructure la Comibol y se cambie su burocrática figura, la exportación de minerales ha sorprendido en su valor, por encima de las pasadas ventas de gas a Brasil y Argentina.
Sin tocar otros temas no menos sensibles en materia "social", se necesita devolver tranquilidad a la población, demostrando desde los niveles del Estado, que este año se trabajará por el bienestar colectivo y no será prioridad una campaña electoralista, que puede realizarse, pero sin afectar los derechos ciudadanos y respetando plenamente nuestra Carta Magna que no admite transgresiones contra los derechos humanos y menos que se vulnere la democracia que es motor para impulsar justicia y libertades.
Que este 2018 sea un año de reconciliación en todos los niveles de nuestra nacionalidad. A trabajar se dijo, sin soberbia, con humildad y mucha responsabilidad.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.