Año de 1899. Se acercaba el fin del siglo. Un lapso de cien años de historia patria llegaba a su final. Un lapso que habÃa empezado el paÃs como colonia de España, con don Tomás de Acosta como gobernador, encontraba a Costa Rica como república soberana e independiente, con don Rafael Yglesias a la cabeza de su gobierno.
¿Cómo era Tiquicia en aquel año de 1899? ¿Cómo se veÃa el panorama nacional al acercarse un nuevo siglo?
Los comerciantes, como siempre, anunciaban sus mercaderÃas a todo vapor: "Fin de siglo. Gran remate de telas al mejor postor" Y en el Teatro Nacional una "función de la CompañÃa de Variedades Hispano Americana se dio ante escasa concurrencia" El mal de siempre del Nacional», comenta al respecto el periodista costarricense Miguel Salguero en su obra titulada La Costa Rica que no todos conocemos (1).
"Tengan cuidado de que nadie los engañe -les advirtió Jesús-. Vendrán muchos que engañarán a muchos. Pero en cuanto al dÃa y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre" (3).
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