Sábado 30 de diciembre de 2017
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¿Qué tienen en común palabras aparentemente tan diferentes como: mente, imaginación, mención, comentario, monumento, amnistÃa y museo? Todas ellas se vinculan etimológicamente con la raÃz indoeuropea "men" que expresa actividad de la mente.
Según los expertos del lenguaje de esa raÃz se formaron tres grupos de voces. El primero, a través del idioma latÃn, dio origen a "mente" y sus derivados, como demente (sin capacidad mental), mentecato (el que tiene la mente capturada) y los adverbios que terminan en -mente. El imperativo latÃn "memento" (memento mori, acuérdate que morirás, era el saludo de los esclavos al César) se lo asocia con el verbo meminisse, recordar y, por supuesto, con memoria, esa destreza que los bolivianos cuidamos celosamente para no dejar impunes las infamias de nuestro tiempo. La palabra comentar y sus derivados se originan en el verbo comminisci (imaginar), de modo que los comentarios tienen, etimológicamente hablando, mucho de imaginación. A su vez, de reminisci viene la reminiscencia, esos vagos recuerdos que nos ponen nostálgicos. En esta misma lÃnea no es posible dejar de hacer mención aÂ? "mención" y a "mentar" (casi siempre la madre), deporte preferido de los hinchas (no sólo del Milan) dirigiéndose a los árbitros. Confieso que en mi juventud arbitré un partido de fútbol. ¡Mi gran amor por mi mamá me impidió repetir la experiencia!
De la variante "mon-", recogida por el verbo "monere" (advertir, aconsejar), se originan otras palabras, como amonestar, admonición y monumento (algo que recuerda a un personaje del pasado para amonestar a los del presente) y del latÃn monstrare (hacer ver, señalar) vienen nuestras palabras demostración y monstruo (etimológicamente, señal - rara, horrible y espantosa- de los dioses). De modo que, si alguien se cree el enviado del Cielo que aparece cada cien años no olvide que la expresión corriente de esa manifestación es un monstruo.
Finalmente, el griego incorporó la raÃz "men-" bajo la forma "mn". El verbo mimneskein significa recordar y algunos vocablos derivados son amnesia (la enfermedad de los dictadores de todos los tiempos caÃdos en desgracia), amnistÃa (olvido de la pena), mnemónico (ejercicio para reforzar la memoria), Musa, música y museos.
He dejado a propósito para el final un término muy usado en la arena polÃtica boliviana: la mentira.