En la estructura administrativa de la Gobernación departamental sin lugar a dudas la Secretaría de mayor importancia tiene que ser la de minería y metalurgia, considerando que a través de las políticas que se definan en la misma se articulará un proyecto para desarrollar la explotación de nuestros recursos mineralógicos y mejorar los que correspondan a su tratamiento en la metalurgia para exportarlos con valor agregado.
Hay que considerar además que dentro el proceso de autonomías, nuestra economía estará asentada justamente en la percepción de las regalías mineras y por supuesto aquellos ingresos que provengan de la asignación del poder central que será parte de una equitativa distribución porcentual como sucederá con los otros departamentos.
Si tomamos en cuenta ciertos parámetros de ingresos económicos en el orden departamental Oruro es el distrito que tiene mayores limitaciones y como si fuera poco, por lo observado en la última gestión, también el menor índice de ejecución presupuestaria, efectiva y real aunque las autoridades salientes se hayan empeñado en mostrar cifras que no coinciden con el avance de obras, inclusive algunas que ni siquiera comenzaron u otras fatuas como el techado del patio prefectural, mientras que carreteras importantes siguen con bajo avance de ejecución física.
Minería y Metalurgia será el rubro de los grandes ingresos económicos para el departamento, siempre y cuando se defina una política regional estableciendo prioridades como la de exploración de yacimientos, prospección de su potencial y definición de programas de explotación y comercialización de esos recursos que además producirán también divisas para el Erario Nacional.
Hay que exigir que se cumplan algunas medidas que ya fueron planteadas hace mucho tiempo atrás, como la implementación no sólo de una mera secretaría de minería, tan parecida a otras y por lo mismo débil en su forma de operabilidad para establecer las mejores condiciones que hagan de la minería la industria extractiva que deseamos, fuerte, solvente, plenamente garantizada para la atracción de capitales y por lo mismo responsablemente dirigida.
Esto significa que la todavía secretaría de minería debe contar con un personal profesional de primer nivel, especializado en la materia y dispuesto a encarar una serie de programas para “reactivar de veras” la minería en todos los sub sectores que la componen, como el privado, chico y mediano, el asalariado y el de las cooperativas mineras.
Exigir un profesional de la materia no significa desconocer los méritos que puedan tener dirigentes mineros, asalariados o cooperativistas, lo importante es que en todo caso demuestren la capacidad suficiente para establecer un gran programa de minería y metalurgia que satisfaga las expectativas de toda la ciudadanía, esperanzada en que de aquí adelante podremos eliminar la presión del sistema centralista y definir nuestro propio destino basando nuestra economía en la fuente más segura que es la minería.
No sólo un secretario es lo que se necesita, hay que hablar de un equipo de trabajo de alto nivel profesional para definir las políticas de la minería y la metalurgia que necesita Oruro para definir su desarrollo sostenible y hacerse competitivo en el consenso nacional, pero también en el orden externo.
Fuente: LA PATRIA
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