En los últimos días la dirigencia del transporte urbano viene sociabilizando por diferentes medios de comunicación, la intención de incrementar las tarifas para minibús a Bs. 1,50, microbús Bs.1,30; con el argumento de que hace diez años se mantiene congelada la tarifa en Bs. 1.-, Bs. 0,80. respectivamente, que sus utilidades son bajas e injustas y que tendrían los precios más bajos del país; además de que en los últimos diez años el Salario Mínimo Nacional (S.M.N.) se incrementó en más del 100%.
Las negociaciones no pueden llegar a buen puerto si se construye con medias verdades, peor aún con mentiras que tarde o temprano se descubrirán; por eso los argumentos de la dirigencia del transporte no son valederos, ya que en este artículo constataremos la realidad económica del comercio del transporte público del país, y por supuesto, de los trabajadores bolivianos.
Es verdad que el S.M.N. subió, pero sólo en números, por eso es pertinente aclarar que su poder adquisitivo en el año 2010 bajó en un 1,5% con relación al poder adquisitivo del año 2000; significa que el año 2000 con ese salario esmirriado podíamos comprar más artículos de la canasta familiar con relación al salario mínimo nacional actual.
Del total de los trabajadores, menos del 20% tiene derecho al S.M.N., el 34% gana salarios inferiores al S.M.N., el 80% está inmerso dentro de la economía informal; la gran mayoría en este país, apenas gana para sobrevivir.
Los chóferes aparentemente no ven la triste realidad socioeconómica por la que estamos atravesando los orureños y bolivianos; altos índices de pobreza (72%), extrema pobreza (35%), crisis de empleo (12%), desnutrición crónica (32%), etc. Solamente un reducido porcentaje de la población orureña llega al nivel ideal de riqueza (8%) y no muy lejos de esta cifra se encuentra la clase media (20%); por lo que quienes se verán más afectados con el alza de pasajes será la sociedad media y pobre.
Respecto a los precios de otras ciudades comparativamente por: distancia, topografía, costo de vida, calidad de servicio; acá es más caro. En la ciudad de Potosí el costo de vida es mayor a causa del repunte de la minería, sus rutas son mayores con relación a nuestra ciudad (15 Km.), desde la nueva Terminal de Buses ubicada en la zona baja, hasta el Cerro Rico podemos viajar cómodamente con Bs. 1.-, o desde Cantu Marca (zona baja), hasta el Cerro Rico (14 Km.) Bs. 1.-. En la ciudad de La Paz desde La Ceja de El Alto hasta la plaza Pérez Velasco (15 Km.) Bs. 1.-, desde la plaza Garita de Lima, Av. Tumusla, Av. Max Paredes, hasta La Ceja de El Alto (14 Km.), Bs. 1.-; también hay mayores tarifas que se dan por trayectos más largos, debido a que esa ciudad es cinco veces más grande que Oruro y también el costo de vida es más elevado.
Los transportistas así como hablan de que son víctimas de la crisis económica, por que no hablan de los grandes privilegios que gozan, como ningún sector económico del país lo tiene; combustibles subvencionados (gasolina Bs. 3,90, diesel Bs. 3,75), cuando el costo real está por encima de Bs. 9,50.-, también la reconversión a gas les permite disminuir a la mitad el costo de estos carburantes con relación a los precios actuales de gasolina y diesel (Bs. 3,90 y Bs. 3,75); no tributan a Impuestos Nacionales, pese a que tienen grandes capitales que fácilmente sobrepasan a los capitales por los que otros ciudadanos que realizamos otras actividades económicas debemos tributar, para nosotros no hay flexibilidad ni benevolencia, ya que al utilizar capitales que sobrepasen Bs. 12.000.-, debemos erogar bajo la modalidad del Régimen Simplificado, y sí pasamos un capital de Bs. 37.000.- debemos emitir factura bajo el sistema de Régimen General. Y como si fuera poco, también tienen el privilegio de MONOPOLIZAR esta actividad económica, ante un Estado permisivo que ve impávido cómo los ciudadanos perdimos el derecho de elegir el transporte que queramos o el costo diferenciado que podamos pagar; como viene sucediendo en otros países del mundo, donde los gobernantes garantizan transporte libre y de calidad, respeto a los horarios y rutas, además del buen trato a los usuarios. El Estado otorgó este beneficio (MONOPOLIO) entendiendo que cada chofer tiene una movilidad y esa es su fuente laboral; y no, como viene sucediendo en la actualidad, donde la mayoría de ellos poseen varias movilidades, ya que ellos mismos reconocen que tienen chóferes asalariados, prueba de que no son pobres, sino más bien se constituyen en empresarios (capitalistas); por lo tanto será tarea del gobierno el revisar y corregir esos convenios de privilegio que nacieron en gobiernos de dictadura.
Porque no es correcto, que mientras miles de bolivianos pagamos impuestos para que el Estado pueda pagar salarios al sector público, construya escuelas, hospitales, carreteras, puentes, etc.; otros no tributen, vayan acumulando ingentes riquezas a costa de un pueblo pasivo y un Estado contemplativo.
El transporte público de otras ciudades pese a que tienen mayores costos de operación, con topografías más accidentadas, logra obtener ganancias; y es injusto que en Oruro se quejen constantemente, ya que por el contrario, tenemos una topografía plana en un 90%, rutas que no sobrepasan los 12 Km.; por tanto, es fácil determinar que en nuestra ciudad es más redituable el comercio del transporte y no sería ecuánime que pretendan elevar el costo de pasajes, dada la coyuntura actual.
Es verdad que algunos transportistas no ganan lo ideal o por lo menos lo correcto; pero en este país ¿quién gana lo ideal?, ¿quién gana lo correcto?; solamente un 8%, los demás tenemos que seguir en la lucha diaria por mejorar nuestros ingresos; acaso es justo el salario de un maestro de quinta categoría con 72 horas que gane al mes Bs. 985.-; acaso es justo que grandes profesionales estén trabajando con sueldos de Bs. 1.000.-, Bs. 1.500.-, Es. 2.000.-; o peor aún, profesionales trabajando de chóferes con salarios irrisorios de Bs. 500.-, Bs. 600.-; de albañiles, de mineros, de informales, etc.
Es sabido que el transporte realiza importantes inversiones, también los profesionales realizan importantes inversiones; simplemente calculemos el costo de inversión de cada estudiante, desde 1° Medio de colegio, hasta los 5 años de profesionalización del magisterio o una carrera universitaria; con seguridad el monto será igual o mayor al valor de un minibús.
Como un ciudadano de a pie me permito sugerir dos opciones que podrían evitar que año tras año estemos con este problema de tira y afloja.
1.- Romper el MONOPOLIO, para que exista transporte LIBRE donde el usuario tenga diferentes opciones de elegir en cuanto a precio y calidad que podría brindar un comercio de transporte libre, como viene sucediendo en otras actividades económicas en el país.
2.- Creación del TRANSPORTE ESTATAL PÚBLICO, con recursos del Municipio, Gobernación y Estado; como sucede en otros países, donde el transporte público es manejado por el Estado.
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