En el 2017 la rabia canina en el departamento, principalmente en la capital, se salió de las manos, tanto de las autoridades en salud como de la población misma, pues se presentaron más de 130 casos de canes con esa mortal enfermedad, ubicando a Oruro como el segundo departamento en el país, después de Santa Cruz, con mayor cantidad de animales infectados por el virus.
De 328 muestras enviadas, hasta los primeros días de diciembre, al Instituto Nacional de Laboratorios en Salud (Inlasa) en La Paz, casi la mitad resultaron ser positivos; el comportamiento epidemiológico de rabia canina en los últimos 10 años señala que el 2017 fue la gestión con más casos positivos, superando los 126 registrados el 2015, considerando además que en otras gestiones la cifra no sobrepasaba de los 60 casos.
El único consuelo que queda es saber que, pese a la crítica situación, no se presentó ningún caso positivo de rabia en humanos; cabe recordar que desde el 2001 hasta esta gestión, en Oruro se han presentado cuatro casos de rabia humana, uno el 2008, otro el 2010 y dos el 2014.
La rabia en la ciudad, no sólo fue canina, sino también felina, ya que de manera sorpresiva, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) a través del Programa de Zoonosis confirmó la presencia del virus en tres gatos de domicilios particulares ubicados en sectores céntricos de la urbe orureña, situación que puso al descubierto que el virus no solamente era propio de sectores periféricos de la ciudad sino que ya estaba calando en zonas donde antes se desconocía de su presencia.
AGRESIONES
Las agresiones caninas a seres humanos durante el 2017 también batieron récords en la ciudad, pues hasta casi finalizar la gestión se reportaron 3.432 casos de personas atacadas por perros en las calles, un 45 % de éstos eran a niños menores de cinco años, que han requerido intervenciones quirúrgicas de reconstrucción de rostro, pues por la estatura de cada uno de ellos, los principales daños los sufrieron a nivel del rostro con características desgarrantes, punzantes, e incluso con desprendimiento de piel.
Cabe recordar que en septiembre y octubre, cinco niños del nivel Inicial de la unidad educativa "Mariscal Andrés de Santa Cruz" y nueve niños del nivel Inicial de la unidad educativa "John F. Kennedy" fueron agredidos por canes con rabia, uno callejero y otro adoptado, todos recibieron la medicación respectiva para evitar contagiarse.
SOBREPOBLACI?N
Uno de los principales factores que permiten tantos casos de agresiones y rabia canina, sin lugar a duda es la sobrepoblación canina que existe en el municipio, haciendo un recorrido por diferentes calles de la capital, se observan jaurías, principalmente en lugares donde hay promontorios de basura, mercados o unidades educativas, aspecto que se convierte en un factor de riesgo para los transeúntes.
Según el Sedes, en Oruro por cada tres humanos existe un can, y ya haciendo el análisis por sectores hay barrios de la capital donde por cada dos humanos existe un can, lo que conlleva a confirmar la tenencia irresponsable de canes, pues muchos de los que están en situación de calle tienen un dueño y una familia, quienes los echan a la calle durante el día y los reciben en las noches para el cuidado de sus casas.
ACCIONES
Desde los primeros meses del año las autoridades de salud mostraron preocupación por el elevado índice de rabia canina que a medida que pasaba el tiempo se iba incrementando, las acciones que marcaron fueron las campañas de vacunación, de hecho, por primera vez, en este 2017 se realizaron en dos oportunidades de forma masiva. La primera se desarrolló el 14 de mayo en la cual se pretendió vacunar cerca de 126 mil canes de los cuales se llegó a una cobertura de 85 % y la segunda campaña se desarrolló el 18 y 19 de noviembre donde se fijó como meta vacunar a 105 mil canes, logrando una cobertura del 90 %, sin embargo, se continuó haciendo el rastrillaje correspondiente.
Para esta última campaña la vacuna que generalmente se utilizaba, de ratón lactante, fue cambiada a una de mayor eficacia denominada "vacuna de cultivo celular", sin embargo, el costo de la misma fue superior a la primera, pues requirió la intervención de la Organización Mundial de Salud (OMS) para su adquisición por parte del Ministerio de Salud, entidad que el 27 de septiembre realizó la declaratoria de alerta sanitaria nacional por el incremento de casos de rabia canina en Bolivia.
Fuente: LA PATRIA
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