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La economía europea (3,7% OECD) luce buena cara, en algunos países más que en otros. El peligro mayor es la inestabilidad política de algunos centros importantes como EE.UU. (política internacional poco clara), Inglaterra (en proceso de divorcio de la UE), Japón (por su cercanía a Corea del Norte y China) y finalmente China (6,5%) que crecerá menos de lo previsto, pero crecerá.

Hay elementos desestabilizadores: Los nacionalismos extremos en Hungría, Polonia, República Checa y Eslovenia contrarios a recibir refugiados, no son solidarios sobre todo con Alemania, Suecia, Italia y Holanda, que reciben más refugiados per cápita. Irlanda y la nueva frontera anglo-UE pueden abrir viejas heridas en nombre de dios (Irlanda del Norte) y de Londres.

Pero, el factor que puede influir en muchos lugares, provocando guerras regionales, terrorismo y más refugiados, es la lucha hegemónica entre sauditas y persas. El enfrentamiento ya tiene sus adeptos y se refleja desde Israel-Palestina hasta Siria-Líbano y los suburbios europeos, en Moscú como en Washington, en Berlín como París.

ESTRATEGIA SAUDITA

Arabia Saudita es el segundo comprador de armas después de India y tiene un ejército considerado el quinto en la escala mundial. Los jerarcas saudíes eran reacios a guerrear; si se veían en la necesidad lo hacían a través de cófrades como el Ejército Libre de Siria, pero, el cambio se produjo el 5 de noviembre: Un misil lanzado por los hutíes yemenitas a Arabia Saudita fue derribado cerca del aeropuerto de Riad. El príncipe Mohamed bin Salman (MBS) acusó a Irán. El misil era de fabricación rusa propiedad legal del ejército yemenita. Irán no puede ayudar directamente a los rebeldes porque Yemen está rodeado por bases militares de EE.UU., Reino Unido y Arabia Saudita. Sin embargo, se debe admitir una cierta influencia persa en el derrocamiento del presidente de Yemen aliado de los sauditas.

Donald Trump tras suscribir un contrato multimillonario de venta de armas y recibir un cheque de 110.000 millones de dólares de los jeques se ha convertido en un aliado de Riad contraviniendo la doctrina estadounidense de que las alianzas deben ser en torno a EE.UU. Obama, odiado por los sauditas por su afán de lograr el acuerdo de desnuclearización de Irán, llegó a desafiar a ambos poderes regionales (Teherán y Riad) a "aprender a convivir para coexistir pacíficamente",

Qatar que asumió la tesitura del equilibrio entre los poderes regionales, recibió sorprendida la ofensiva de Arabia Saudita inmediatamente después de la visita de Trump a Riad. Los sauditas acusaron a Qatar de fomentar el terrorismo internacional y de "obedecer" a Irán. Qatar está hoy bloqueada por una alianza encabezada por Riad. Turquía se alineó con Qatar.

El bloqueo y satanización de Qatar ocurrió luego de una humillación a Egipto. Arabia Saudita tomó militarme dos pequeñas islas en el mar Rojo (Tiran y Sanafir) que pertenecían a Egipto. La dependencia del petróleo saudí obligó al Gral. Al-Sisi a agachar la cabeza.

La nueva alianza (EE.UU.-Arabia Saudita) envalentonó al príncipe MBS, quien intentó un golpe contra el Hizbolá (partido de dios) en Líbano obligando a Saad al-Hariri primer ministro (doble nacionalidad, libanés y saudita) a renunciar. Lo hizo desde Riad. Esta vez la cancillería estadounidense se opuso a desestabilizar Líbano donde hay un gobierno "equilibrista" entre musulmanes (chiitas y sunitas) drusos y cristianos (Una de las divergencias entre Trump y Tillerson). Hariri volvió a Beirut y sigue gobernando. Hizbolá es la formación armada alimentada por Irán, una especie de poder de facto dentro del legal.

A pesar de que la cancillería saudí protestó por el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de Trump es otra muestra de qué alianza funciona porque para Riad lo más importante es aislar a Irán y arrebatarle todas o muchas de sus zonas de influencia porque Irán está presente en Irak, Siria. Líbano y en la franja de Gaza, tiene una alianza débil con Rusia, pero alianza al fin que incluye a Turquía.

Es decir, la línea del conflicto mundial no pasa más por la vieja ideología de la guerra fría. El nuevo conflicto está encabezado por Riad (sunitas) y Teherán (chiitas) Trump se ha convertido en aliado del primero en tanto que Putin juega a ser aliado circunstancial de Irán, pero su pragmatismo es más importante.

Trump ha pateado el tablero mundial aliándose con la cuna de wahabismo que, además, siembra de mezquitas las barriadas europeas. Y, cuando a Arabia Saudita le salen mal las cosas, acude a sus cofrades armados, aunque luego niega su participación.

Arabia Saudita tiene una historia más y es su revolución de palacio cuyo protagonista es el príncipe MBS, empeñado en "modernizar" a la conservadora Arabia Saudita. Tiene un proyecto llamado Visión 2030 elaborado por empresas consultoras estadounidenses.

2018 nace con el signo de nuevas desestabilizaciones, sobre todo en el Cercano Oriente, que repercutirá en Europa. Un ejemplo son las manifestaciones de árabes musulmanes en las capitales europeas en contra del reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel, varios de esos sectores además tienen corrientes antisemitas.

Finalmente, el nuevo imperialismo tiene sonido chino. Además, su modelo político tienta a la imitación en África y América Latina: Partido único y capitalismo de estado muy exitoso.