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Domingo 17 de diciembre de 2017

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Revista Dominical

La sonrisa de un abuelito no tiene precio

17 dic 2017

Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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Todos en algún momento de la vida, salvo que Dios disponga lo contrario, llegaremos a la ancianidad, y dependiendo de lo que hayamos hecho en nuestra juventud y de cómo afrontemos esa etapa de nuestra existencia, tendremos una mejor o peor calidad de vida.

Por lo general, los adultos mayores crían a sus hijos, inclusive a sus nietos, se les va la vida en buscar nuestro bienestar y que nada nos falte, por lo que, los más jóvenes tenemos la obligación moral de colaborar y asistirlos cuando ellos ya han perdido ciertas facultades, que hace que pasen a depender de la buena voluntad de los demás para realizar ciertas tareas o para el cuidado de su salud y de su persona.

Alguna gente olvida ese deber moral para con sus parientes mayores, otra no se da el tiempo para atenderlos porque está trabajando o cuidando de su prole, y es por eso que recurre a los asilos o casas de acogida, donde en muchos casos los ancianos quedan prácticamente abandonados por sus familias.

Afortunadamente, a falta de parientes que se encarguen de los adultos mayores, existen personas de buen corazón, quienes se ocupan de cubrir las necesidades y quizás cumplir un gusto de quienes viven en el asilo de ancianos "Hogar la Sagrada Familia" de Oruro.

El año 2016, cuatro amigos se reunieron y de forma voluntaria iniciaron una campaña para hacer de su Navidad una temporada feliz e inolvidable.

Isabel Tapia vio a través de las redes sociales que en Tarija surgía la iniciativa de llevar adelante una cruzada para llevar a los ancianos una sonrisa, pidió permiso para imitar la acción y comenzó en Oruro su propia campaña, ayudada por sus amigos, Edson López y Paola Cortez, en el camino, viendo que estos tres voluntarios realizaban tan loable labor, se les unió Lucero Márquez y a partir de entonces los cuatro lideran la actividad denominada "Apadrina una sonrisa".

Lo que hacen los voluntarios para conseguir una sonrisa de los abuelitos es ir al asilo, donde en una pizarra anotan lo que necesita cada ancianito o ancianita, y también lo que les gustaría recibir como regalo, se les toma una fotografía sosteniendo el cartel con la lista de artículos, que las religiosas encargadas de su cuidado ayudan a elaborar, y se publican en el Facebook, en la página creada específicamente para dicho fin, con el título "Apadrina una sonrisa - Oruro".

Los "padrinos" eligen a su ahijado o ahijada y se ofrecen, a través del mismo Facebook o llamando al asilo, para comprar los regalos que quieren donar o están en la posibilidad de brindar. Los regalos se acopian en una oficina o institución, de donde se llevan al asilo y se distribuyen a cada abuelito.

Los voluntarios organizan una fiesta donde participan artistas o personas que desean hacerlo, en dicha ocasión, los padrinos tienen la posibilidad de entregar en persona los regalos que compraron para sus ahijados y pasar un tiempo agradable con ellos, lo cual es de por sí el mejor presente para un anciano.

La campaña de la presente gestión ya llega a su fin, quedan pocos abuelitos que aún no tienen padrinos, pero se recibirán los donativos hasta el miércoles 20 de diciembre en oficinas del instituto de inglés Smart Step, ubicado en la calle Bolívar, entre Washington y Presidente Montes, frente a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc). La entrega de los regalos y la fiesta se desarrollarán el viernes 22 de diciembre en el asilo de ancianos Hogar la Sagrada Familia, ubicado en la avenida 6 de Octubre y calle Lira.

Pese a que los cuatro voluntarios realizan esta campaña en Oruro, la idea cundió en otras capitales del país y se organizan campañas similares en Cochabamba, Santa Cruz y La Paz.

En esta ciudad, los voluntarios de "Apadrina una sonrisa" en la actualidad colaboran con otra campaña liderada por las religiosas que regentan el Hogar la Sagrada Familia, se trata de la recolección de dinero para la compra de colchones, ya que los que se tiene en existencia están muy deteriorados.

Las señoras del Comité de Damas del Rotary Club Oruro colaboraron con la mitad del monto requerido para la compra de los colchones, pero aún falta dinero para poder reemplazar todos los que se encuentran en mal estado, por lo que toda ayuda es bienvenida.

Los donativos se reciben en oficinas del instituto Smart Step.

La voluntaria Isabel Tapia felicitó a la ciudadanía por su desprendimiento y resaltó el hecho de que se haya encontrado la forma de dar mejor uso a las redes sociales, que en esta ocasión se pusieron al servicio de una buena causa, ver sonreír a los ancianitos, pues la sonrisa de un abuelito no tiene precio.

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