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Sábado 16 de diciembre de 2017

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Revista Tu Espacio

CINE

My Little Pony - La película La Ponyliga de la Justicia

16 dic 2017

Marcos Gandía (sensacine.com)

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¿Cómo se hace un largometraje sobre esos caballitos cursis de colorines que afortunadamente acabarán en un bote king size de detergente para lavadoras cuando tu hija ya los ha cambiado por, no sé, Transformers y videojuegos?

Hay dos opciones: liarse la manta a la cabeza, engañar a la empresa juguetera de turno que posee los derechos de estas figuritas devenidas al pronto serie televisiva de animación (lo que hicieron con la imaginativa y con sustancia Trolls) y hacer algo que no mire sólo el merchandising y tenga un punto de autoironía, o ya ser fieles a la marca registrada, emborracharse de azúcar y dirigirse a ese público menor de cinco años. Mi pequeño pony, My Little Pony en las cajas Made in China o Taiwán, no arriesga nada, ni lo más mínimo.

Sigue al pie de la letra la última teleserie en emisión y tan solo inventa una nueva aventura que no aporta ninguna novedad para los posibles fans (bueno: la revelación del nombre pony de cierto personaje importante en la acción lo es, pero ¿quién lo pilla?), aunque seguramente los fans, esas niñas (no es por ponerme políticamente incorrecto: esto es un producto rosa niña de un sexismo que ni sus mensajes en oro de la amistad y de la diferencia y de tal y de cual puede borrar) menores de siete años no esperan otra cosa.

Así, el adulto obligado a enfrentarse a estos caballitos pijos que ven su aldea pitufa (perdón: me despisto), una especie de trip lisérgico de un videoclip de Katy Perry, destruida por unos malvados seres que se parecen a las hordas del Steppenwolf de Liga de la Justicia (y la película al final es como Liga de la Justicia, con las superheroínas equinas en miniatura y colorines chillones reclutando otras heroínas para el enfrentamiento final), no tendrá nada que le levante el ánimo.

Las (insufribles) canciones son de una cursilería que hace daño (y con el doblaje de Edurne y compañía la cosa ya es para escribir al Tribunal de La Haya) y el diseño de algunos villanos o secundarios te hace pensar en los restos de saldo de alguna producción Disney (o imitación Disney) de los 90.

Pese a todo, y siendo justo, la verdad es que en términos de animación la película mantiene un buen tono merced al esfuerzo de autores canadienses, brasileños y chinos, con unos diseños de fondos y decorados más que notable. Que su humor sea inexistente o en un plano mental Pocoyó, tal vez sea comprensible, pero no que intente hacer chistes que no funcionan o que no van a ningún lado. My Little Pony: la película acabe siendo un film de culto.

A favor: La animación y diseño de los hipogrifos.

En contra: Quien compuso las canciones debería estar en Guantánamo.

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