A quince dÃas de concluir la gestión presente y el comienzo del año 2018, aún no se conoció una propuesta de proyectos del municipio local para encarar obras de servicio comunitario y cuál será la inversión oficial para desarrollar ese plan que la ciudadanÃa espera sea cumplido y no siga siendo como dijo un dirigente vecinal "parte de una conocida cantaleta".
¿Cómo está definido el presupuesto municipal? ¿Qué novedades tiene el nuevo POA?, ¿A cuánto alcanzarán las inversiones para obras de servicio social? ¿Cuáles son las prioridades en los gastos de atención comunitaria? y ¿Cuántos proyectos de nueva iniciativa serán puestos a consideración del soberano? Unas preguntas de muchos elementos, que necesitan igual proporción de respuestas para cubrir la expectativa de la colectividad orureña.
Es importante saber cuáles fueron los factores que impidieron llevar adelante proyectos como la construcción de un Mercado Central y el reordenamiento de la ciudad, el embovedado del Tagarete, la construcción de un Campo Ferial, completar la dotación de servicios básicos en barrios periféricos, especialmente varios que esperan atención más de 10 años y por supuesto los de nueva creación.
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Esos proyectos mencionados, seguramente entrarán en la nueva canasta de ofertas, aunque sin ser nuevos deben merecer atención prioritaria, justamente por estar siendo "arrastrados" del año pasado, junto a otros problemas que también han sido postergados por falta de iniciativas oportunas y decisión municipal.
En otros municipios, por ejemplo el de La Paz, el vecino más próximo, ya se tiene definido un presupuesto para encarar la extensión del programa "barrios de verdad", estableciendo los sectores donde se trabajará en programas para mejorar servicios básicos y cumplir con ofertas que se formularon en la presente gestión y que se ejecutarán en la próxima, gracias a previsiones técnicas y financieras que han sido aprobadas con la oportunidad del caso para su estricto cumplimiento.
Qué tenemos en nuestro municipio en materia de programas de desarrollo socio-urbano, por definir asà una corriente que permita mejorar las condiciones de habitabilidad de algunos barrios, pero al mismo tiempo mostrarlos más acogedores, más seguros y con las ventajas necesarias para incorporarse a la lÃnea de urbanizaciones aptas para gozar de una vida digna y estable.
La idea de impulsar un buen proyecto de mejoramiento vecinal, primero que nada debe responder a las necesidades de los vecinos y enmarcar las prioridades para que se hagan inversiones correctas y no gastos inútiles, como sucede con algunas obras de maquillaje, con mucha pintura, cuando faltan aceras y las calzadas son intransitables. En esta situación, los barrios crecen y se fortalecen, cuando se atienden los requerimientos de las familias que lo habitan y en eso es muy importante que personal especializado de unidades técnicas de la comuna, dialoguen, investiguen y definan presupuestos para entregar obras de verdadero beneficio comunitario.
Estamos en los dÃas finales de este año, en el que no se han satisfecho muchos pedidos vecinales, que por supuesto serán replanteados en la gestión que comenzará en breve y de la cual, todavÃa no tenemos referencias ni técnicas ni económicas, lamentablemente en una incertidumbre que nos presenta un panorama poco halagüeño para las inquietudes vecinales.
La ciudad crece en sus cuatro latitudes y la falta de planes de urbanización es una "debilidad" de nuestro municipio que impide cumplir objetivos naturales de un armónico crecimiento urbanÃstico. Esta falencia técnica administrativa debe ser cubierta profesionalmente en los primeros meses del año venidero.
Fuente: LA PATRIA