Olvido con el grano de oro

Debido al vaivén que se registra en la vigencia de precios para la exportación de la quinua boliviana a los mercados extranjeros, especialmente Estados Unidos, países europeos y asiáticos, es que los productores "tradicionales" han expresado su preocupación, por la falta de mayor cooperación por parte del gobierno para fortalecer la producción del "grano de oro" cuyo precio se opacó en el último tiempo.

En la Cámara de Exportadores de Quinua se lamenta que las autoridades no hubieran consolidado nuevos mercados externos para asegurar la exportación de quinua boliviana, lo que significa que cierto mercado ha sido aprovechado por la competencia peruana, que se benefició durante el año 2013 de la importante promoción que realizó Bolivia, con motivo de celebrar el Año Internacional de la Quinua y que canalizó mayor movimiento para un producto más barato, pero de menor calidad, aunque con mayor volumen para ser exportado.

En la actualidad más de cuatro mil productores en la zona altiplánica del país, confrontan problemas naturales como la prolongada sequía y la carencia de elementos para poder paliar esa situación con la construcción solicitada de tanques de almacenamiento de agua o perforación de pozos, para salvar la contingencia creada por la falta de lluvias. La actual situación sólo permite un 20 por ciento de recuperación en la cosecha de quinua.

Por otra parte, la Cámara Nacional de Productores de Quinua se ha declarado en estado de emergencia debido a los bajos precios que rigen en el mercado del producto y que no cubren ni siquiera los costos operables para lograr un producto de calidad y en cantidades suficientes para su exportación.

Según los productores, en la actualidad el quintal de quinua llegó a 330 y 300 bolivianos, cuando hace más de un año ese precio era de 1.500 a 2.000 bolivianos por quintal. En cuanto a los precios de exportación, los productores de quinua recuerdan que el año 2006 la tonelada de quinua para exportación tenía un precio promedio de 1.150 dólares, el 2010 subió a 2.990, el 2014 alcanzó su máximo valor con 6.500 dólares la tonelada y luego se produjo su descenso entre los años 2014 al 2016 a sólo 2.740 dólares, que en realidad tampoco es el que puede mantenerse de manera regular, por la falta de disposiciones que defiendan las condiciones de producción de la quinua.

La situación de los quinueros es realmente compleja, hay demanda externa, pero son dificultosas las actividades de producción, cuando las limitaciones técnicas que no son subsanadas con programas de incentivos para los agricultores, reducen las opciones de trabajo, complicados con problemas naturales, pero sobre todo con un olvido del Gobierno a la atención que demanda el sector para contar con un apoyo financiero efectivo y sostenible, considerando que la producción de quinua ha sido incluso propuesta como alternativa a la exportación de otras materias primas.

Fuente: LA PATRIA