Considerando el número de mandatarios que buscan ser reelectos en la gobernabilidad de sus países, el tema se convierte en un proceso crítico que como enfermedad puede convertirse en una epidemia y que por lo mismo pone en peligro la salud de la democracia, un modelo elegido para respetar los derechos ciudadanos, pero vulnerado a la hora en que prevalece la ansiedad de prolongar la permanencia en el poder.
Se dio este fenómeno político en instancias continuistas en Brasil, también en la Argentina y algún intento en el Perú, pero se desarmaron los esquemas al prevalecer la decisión del pueblo que optó por el cambio y anuló o postergó las inquietudes de ciertos mandatarios de ideas prorroguistas.
Sin embargo pese a esas experiencias y los resultados poco halagüeños, hay todavía intentos de introducir cambios en las reglas de juego constitucionales para dar paso a la ampliación irregular de mandatos presidenciales, poniendo a un costado los valores democráticos que en su momento posesionaron a ciertos políticos, bajo la idea del respeto constitucional y la vigencia de la democracia.
Son varios los casos que se han registrado con esa intención de alargar tiempos de mando, en algunos casos con evidente respaldo del pueblo, pero en cierto uso de tiempo para "completar" programas de desarrollo social y trabajar con ese sentido bajo las normas de una democracia respetada y sobre todo permisible en una alternativa de respuesta ciudadana a expectativas lógicamente pendientes.
Están claros los casos de Honduras, se anota con énfasis el pedido del mandatario de Venezuela para una reelección en elecciones del 2018, también hay una consulta de reelección indefinida de mandatario en el Ecuador y en ese proceso sale del esquema Chile que definirá la selección de su presidente en segunda vuelta, instancia que puede deparar sorpresas por las coaliciones que se ajusten y respondan con clara evidencia al voto del soberano.
En el caso de Ecuador el actual mandatario ha pedido al Consejo Electoral de su país convocar a una consulta popular que entre otros asuntos preguntará a la ciudadanía si se deroga la reelección indefinida. Por su parte el gobernante venezolano buscará su reelección en comicios que deben cumplirse antes que termine su mandato a fines del 2018 y todo hace prever que la Asamblea Nacional Constituyente dará paso a esa intención, aunque deberá abrir el proceso a la participación democrática de la oposición. Habrá una real competencia electoral, que deberá admitir la voluntad de los venezolanos.
En todo ese proceso, por supuesto que el asunto que nos interesa tiene que ver con la postulación, ya anunciada de nuestro Mandatario, el Presidente Evo Morales que anunció oficialmente su repostulación para las elecciones del 2019 con lo que ya se abre un anticipado proceso electoral que será de mucho movimiento en la gestión inmediata del 2018. Claro que el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que habilitó al candidato oficialista ha generado rechazos colectivos ciudadanos y de la oposición, con un notorio impacto en la elección reciente de magistrados y un abultado resultado de votos nulos, que son una especie de respuesta a la ampliación de mandato.
En todo caso, algunas cartas han sido puestas en la mesa y tal parece que el juego en el marco de una mentada democracia participativa seguirá su curso y eso implica la espera de regulaciones a nuestra Constitución respetando sus normas y haciendo viable el cumplimiento de la ley y el respeto de los derechos ciudadanos.
Fuente: LA PATRIA
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