Bolivia ha sido vÃctima de una vergüenza histórica. El gobierno mató al Estado de Derecho. El TCP, amañado, ha dado curso a que Evo Morales se reelija indefinidamente a pesar que el pueblo lo rechazó en la consulta del 2016. Se ha cometido el peor acto de prevaricación que conozcamos. Vivimos en un paÃs sin leyes ni instituciones.
Evo Morales está en el poder hace 12 años y si gana las elecciones del 2019 serÃa la cuarta vez que asume la presidencia, a pesar de que la Carta Magna permite sólo dos mandatos consecutivos.
Evo sabÃa que si convocaba un nuevo referendo, perdÃa. Según una reciente encuesta, el 70% no apoyaba su repostulación.
La oposición ha prometido construir una alternativa de esperanza y unidad "alejada del autoritarismo y la corrupción". Es una obligación patriótica que diseñe alguna fórmula para evitar que Bolivia tome el camino de Venezuela o Cuba.
La oposición dividida, es la vÃa inevitable al fracaso. Sabemos que es difÃcil ceder el liderazgo, pero si sitúan a Bolivia como una prioridad, deberÃan apostar por un solo candidato a la presidencia. DeberÃan encontrar una fórmula para contrarrestar semejante violación a la Carta Magna, a la democracia, a los derechos y a las libertades ciudadanas.
Me permito sugerir esta propuesta a grandes rasgos que, por supuesto, da lugar a ser considerada, analizada y profundizada.
La oposición podrÃa tomar el ejemplo de la oposición venezolana cuando la dictadura de Hugo Chávez.
Los lÃderes podrÃan organizar algo parecido a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) creada el 2008 en Venezuela. Ã?sta unió a los partidos polÃticos de varias tendencias desde, democristianos, conservadores, centristas y socialdemócratas y formó un bloque. Se organizaron en unidades de trabajo en distintas áreas. Su fin era fortalecer el sistema democrático, garantizar los DD.HH. y consolidar la soberanÃa en el marco de las libertades y el bienestar ciudadano.
La MUD se formalizó como partido polÃtico nacional el 2012. Se presentaron varios precandidatos a las elecciones primarias de la MUD ese año y ganó Henrique Capriles como lÃder de la oposición. Incluso Leopoldo López, renunció a su candidatura para respaldarlo.
Luego de las elecciones primarias, el candidato ganador lanza una candidatura única para enfrentar el totalitarismo en las elecciones del 2019.
En sólo un breve planteamiento. No es fácil, pero tampoco imposible. Prueba clara es que dio resultado.
El Tribunal Constitucional Plurinacional, ha cometido graves actos inconstitucionales. Habilitó a Morales dando curso a la inaplicabilidad de cuatro artÃculos de la Constitución desconociendo la soberanÃa popular. No respetó el voto mayoritario de las consultas, la de la aprobación de la Constitución del 2009 y la del rechazo a la modificación del artÃculo 168 de la CPE del 2016.
El MAS, apeló al ArtÃculo 23 de la Convención Interamericana de DD.HH. sobre los derechos polÃticos. EL TCP lo interpretó a su manera avalando la "aplicación preferente" de Morales y dio el fallo a su favor cuando dicho artÃculo tiende a proteger a los ciudadanos del abuso del poder.
El domingo pasado se realizaron elecciones judiciales. En promedio, 66% de los votos fueron nulos y blancos. Una muestra inequÃvoca de protesta contra el sistema judicial y la reelección indefinida.
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