Papa finaliza viaje a Bangladesh con un discurso menos polÃtico
03 dic 2017
Fuente: Dacca, 2 (EFE)
Por: Moncho Torres
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El Papa Francisco finalizó hoy (ayer) su viaje de tres dÃas a Bangladesh con un discurso menos polÃtico, en el que dejó a un lado la crisis de la minorÃa musulmana rohinyá que habÃa dominado los dÃas previos, para lanzar un mensaje moralizante más destinado a los jóvenes, pobres y a la Iglesia Católica del paÃs.
El Papa comenzó su última jornada en este paÃs de 160 millones de personas (un 90 % de ellas musulmanas) en la Casa Madre Teresa de Tejgaon, la más pequeña de las gestionadas por las Misioneras de la Caridad y donde se alojaba la santa de Calcuta cuando viajaba a esta nación.
En ella Francisco repitió el mensaje del peligro de las divisiones en el seno de las comunidades católicas y el mal que hacen "los chismes".
"La lengua, la lengua, es esto lo que destruye una comunidad. El hablar mal de otros, el subrayar los defectos de otros, pero no decÃrselo y asà crear desconfianza, recelos y un ambiente en el que no hay paz", agregó.
Ante cerca de 7.000 estudiantes, Francisco aseguró que "se siente rejuvenecer" cada vez que se encuentra con jóvenes, "siempre llenos de entusiasmo".
Para encontrar el sendero justo, añadió Francisco, se necesita sabidurÃa, y para "recibir esta sabidurÃa debemos mirar el mundo, nuestra situación, nuestros problemas, todo, con los ojos de Dios".
"Esta sabidurÃa nos ayuda a reconocer y a rechazar las falsas promesas de felicidad", señaló Francisco, que lamentó cuando los jóvenes se encierran en su mundo.
"Cuando un pueblo, una religión o una sociedad se convierten en un pequeño mundo, pierden lo mejor que tienen y caen en una mentalidad presuntuosa, la del ´yo soy bueno y tú eres malo´", opinó.
Tras el acto, y sin más paradas, el Papa se dirigió directamente al aeropuerto internacional de Dacca, donde hacia las 17.10 hora local (11.10 GMT) abandonó el paÃs en un avión de la aerolÃnea bangladeshà Biman rumbo a Roma.
El Papa ponÃa asà fin a una pequeña gira asiática que comenzó el lunes en la vecina Birmania (Myanmar) y continuó el jueves en Bangladesh, con los dos primeros dÃas en este paÃs de mayorÃa musulmana dominados por la crisis de refugiados rohinyás.
El jueves el Papa pidió ayuda internacional para los rohinyás por la grave situación humanitaria que viven en el sureste de Bangladesh, adonde han huido desde Birmania más de 620.000 tras el último brote de violencia del pasado 25 de agosto.
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