Sana crítica

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Todo juicio, en especial en caso penal, consiste en una disputa argumental entre dos partes: Dos particularidades o bien el Estado y un particular cuyas premisas deben ser probadas en el transcurso del proceso.

Todo medio de prueba, que es presentado a lo largo del juicio (documentos, testigos, pericias, etc.) debe finalmente el Juez, decidir esta disputa mediante una sentencia.

La "sana crítica" que viene a ser llamada como "reglas del entendimiento humano", es un sistema de valoración libre (no debe ceñirse a ningún tipo de regla que le indique cuál es el valor que le debe dar a cada una) que utiliza el juez.

Al apreciar las pruebas según la sana crítica, el tribunal deberá expresar las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia en cuya virtud les designe valor o las desestime.

La sana crítica supone al menos los siguientes elementos para producir un razonamiento aceptable: Razones lógicas, científicas, técnicas y de experiencia, que deben ser argumentadas en la sentencia, sin desvirtuar las razones científicas, mismas que se refieren a las que una determinada ciencia o arte acepta como intersubjetivamente válidas o compulsivamente obligatorias dentro de su área que se obtienen típicamente de informes periciales o de expertos en un área determinada.

La sana crítica, como sistema de valoración de la prueba, no es más que la formalización en el ámbito legal del razonamiento de sentido común. Los jueces fundamentan sus decisiones en base a la lógica y la experiencia, siendo que es eso lo que se espera que toda persona racional haga día a día en las más variadas circunstancias de su vida.

Los jueces sin embargo, son seres humanos como las mismas personas en conflicto y pueden tener preconceptos, prejuicios, ideas y conceptos que no pueden ser los más apropiados o los más actualizados respecto a una ciencia, arte o técnica, por lo que muchas veces hace caso omiso de las fundamentaciones inclusive periciales que se puedan esgrimir en el proceso, sesgando su capacidad de discernir lo que realmente es importante para que se haga justicia.

Con mucho pesar, debo decir, que en pleno siglo XXI, para algunos administradores de justicia en Bolivia y en particular en Oruro, la Psicología aún no es considerada ciencia, y menos en ámbitos judiciales, pese que en todas las leyes, día a día se incrementa el trabajo de profesionales en esta área.

La Psicología es una ciencia, que utiliza métodos, instrumentos y técnicas para hacer objetiva, fiable y válida su actuación en cualquier tipo de valoración, por lo que hoy en día ha cobrado mucho interés y es imprescindible el trabajo de especialistas en la conducta humana en los diferentes ámbitos judiciales.

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