Resiliencia, capacidad para afrontar las adversidades

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Tal vez te sorprenda esta afirmación, pero en cierto modo todos nosotros estamos programados para sobrevivir. Todos disponemos de la capacidad para hacer frente a las adversidades traumáticas y seguir adelante. Solo hace falta saber desarrollarla. Es por ello que hoy en nuestro espacio queremos hablarte de la "resiliencia".

Podemos definir la resiliencia como esa capacidad de la que disponemos las personas para afrontar situaciones difíciles, traumas y problemas complejos. Olvidar nunca olvidaremos, está claro, pero siempre es posible seguir adelante una vez se acepta lo sucedido y se comprende, que hemos de seguir avanzando en este mundo sin perder la ilusión.

1. Autoconocimiento: Es básico conocerse a uno mismo y saber cuáles son nuestros límites. Puede que unos aceptemos más o menos el que se limite nuestra libertad, el que se nos manipule. Puede que seas de las que no soportan la soledad, o de las que valoran cierta independencia y no soporten ser controladas. Cada uno tenemos un límite, algo que debemos proteger para seguir siendo nosotras mismas. Es importante.

2. Iniciativa: Afrontar una situación difícil exige iniciativa y valentía. Y es algo imprescindible. Un claro ejemplo es cuando nos diagnostican una determinada enfermedad, a nosotras o alguna persona cercana. De nada sirve venirse al suelo y derrumbarse. Tenemos derecho a sufrir el impacto durante unos días para asumirlo, pero después debemos levantarnos y simplemente, luchar. Luchar con ganas, fuerza y optimismo. Una recuperación siempre necesita del optimismo de la persona. Es importante tenerlo en cuenta.

3. El compromiso: Compromiso con uno mismo y con los demás. Compromiso con la vida, para seguir existiendo, para seguir ilusionándonos y formar parte de un mundo y una familia que apuesta por nosotros y que nos quiere. El compromiso exige fuerza interior y autoestima, ser valientes y poner nuestro empeño en levantarnos para seguir siendo nosotras mismas. El compromiso es esa energía que nos empuja a encontrarnos mejor cada día para, poco a poco, volver a ser felices de nuevo.

4. Aceptar el reto: La vida, suele traernos de vez en cuando gratos regalos y también tristes desencantos. Y aún más, sin saber cómo ni por qué puede ponernos a prueba en situaciones muy difíciles. Vale la pena aceptar el reto con fuerza y vencerlo. Si nos rendimos habremos perdido y nos habremos perdido también a nosotros mismos, cayendo en la desesperación o en una depresión de la que siempre cuesta mucho volver a reponerse. Aceptar el reto implica primero comprender por qué ha ocurrido dicho evento: una separación afectiva, un despido en el trabajo, la pérdida de alguien querido, una enfermedad, una vez llegado el problema, sacaremos fuerza de flaqueza para afrontar lo ocurrido. ¿Qué debo hacer? ¿Debo pedir ayuda? ¿Debo tomarme un tiempo para pensar en mi misma y cuidarme más? Tomar decisiones es imprescindible, contar con el apoyo de alguien también es indispensable. Pero es básico también asumir con fortaleza lo ocurrido. Si nos desesperamos ante lo ocurrido, pensando únicamente en lo negativo o en la tragedia, nos hundiremos.

Encuentra fuerzas en ti mismo. Intenta ilusionarte de nuevo. La vida siempre merece segundas oportunidades y tú tienes todo el derecho a ser feliz de nuevo. Hay quienes a pesar de haber vivido situaciones realmente adversas que han cambiado incluso su modo de vida, no solo han logrado superar con éxito lo ocurrido. Sino que han salido fortalecidos, con aptitudes más fuertes y capaces para enfrentarse a ese día a día que continuamente parece ponernos a prueba.

Acepta lo ocurrido, asúmelo, y busca la fuerza en ti misma para vestirte con esa armadura que te hará esta vez más fuerte y digna de admiración.

Fuente: mejorconsalud.com