En busca de justicia responsable

Luego de un prolongado periodo de concienciación ciudadana para que a través de su voto pueda elegir a los "mejores profesionales" para que se hagan cargo de administrar la justicia en nuestro país, en los diferentes consejos de la judicatura, llegó el día de hacerlo y de medir cuál será la verdadera reacción colectiva, para repetir por segunda vez experiencia que en su primera edición, se convirtió en un remedio peor que la enfermedad.

Lo importante del proceso es que se abre una vez más el escenario para la práctica democrática de la ciudadanía y el caso del país, con carácter obligatorio, por lo mismo de ineludible responsabilidad para los ciudadanos habilitados desde los 18 años hasta los 65, deben recabar en la mesa que le correspondiera, su comprobante de "concurrencia electoral", para demostrar su deber cívico, su práctica democrática y el ejercicio de su derecho ciudadano.

De tal proceso, con sello de "voto secreto", los resultados serán testimonio de la decisión popular, como definen los políticos oficialistas y algunos opositores al acto de asistencia al recinto eleccionario a objeto de "votar", si así de define a la operación ciudadana de elegir entre alguno de los candidatos de su preferencia o simplemente mostrar su desacuerdo haciendo uso de su derecho a disentir a través de las opciones del voto blanco o el que se ha puesto de moda, el voto nulo y cuyo valor legal es aún controversial, aunque su efecto puede ser determinante.

Una de las inquietudes más importantes de la colectividad es lograr una recomposición de la justicia boliviana, muy venida a menos en el último periodo, precisamente el que estructuró mediante voto ciudadano su conformación aún vigente y la que se busca recomponerla, por el mismo procedimiento, pero con alguna esperanza de que el primer error no se repita.

La posibilidad de que esa opción se diera en el actual proceso parece diluirse pese a los intentos ciudadanos de enmendar los errores, de aplicar correctivos que de algún modo retornen a la selección de altos magistrados en función principalmente de los méritos obtenidos en larga carrera profesional, que permita habilitar jueces probos, experimentados, sensibles y sobre todo insobornables ante cualquier tipo de presión, especialmente la política que es precisamente la que más daño ha causado a nuestra justicia, socavando toda su estructura.

Bajo todo un esquema de muchas dudas y pocas aclaraciones, se llega a la instancia del plebiscito que se cumplirá este domingo y al que se espera una concurrencia importante de ciudadanos que cumplirán su deber cívico y que en las instancias que se dan, esperan que se cumpla la decisión y voluntad de la mayoría de los bolivianos. Lo importante es cumplir el deber cívico, defendiendo el derecho ciudadano, para alcanzar una justicia responsable.

Fuente: LA PATRIA