Tributo a los marineros fallecidos en tiempo de paz

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Está impreso en el imaginario colectivo que "en tiempos de paz se prepara para la guerra". Por eso nuestros países mantienen las fuerzas armadas en vigencia. En constante preparación y simulacros, para los tiempos de guerra, que todos esperamos nunca lleguen.

Normalmente equipos rezagados, que dejaron de ser útiles en países más desarrollados, son comprados por los países emergentes, por nuestros gobiernos, para que nuestros militares trabajen en condiciones críticas, entrenen arriesgando sus vidas, sin pena ni gloria.

Si las políticas de Estado estuviesen más volcadas a la vida y menos a las propagandas populistas, (muy de moda en nuestro continente); si la corrupción no fuera un tema hermanado con la injusticia en nuestros países; los presupuestos no serían deficitarios, los policías tendrían mejor equipo y preparación; los médicos contarían con las condiciones necesarias para el ejercicio de su trabajo; y los profesores y todos con certeza, nuestros héroes abrazarían a sus hijos y besarían a sus madres en todas las navidades.

Nadie ahorró momentos angustiantes respecto a ninguna tragedia, sucedida en cualquier ámbito, bajo la responsabilidad de cualquier Estado en América del Sur, desde nuestras independencias hasta los días actuales. Vergonzosamente la historia que nos hermana está llena de negligencia, dolor, burocracia (como sinónimo de atraso), corrupción e irresponsabilidad.

Ahora no importa lo qué pasó; si tuvo que ver con el presupuesto deficitario para la manutención del submarino, o si una orden para una batería nueva no fue firmada por algún burócrata, ya no importa, es tarde.

Sabemos que la vida es un soplo, como también sabemos que nuestro destino ya está escrito, por una mano invisible, mucho antes. Aun así, vivimos cada día con la esperanza de realizar nuestros sueños y la certeza de lograr algo mejor.

¿Esos héroes, también tendrían el destino marcado? ¿Ya estaba escrito, como lo estuvo en decenas de casos de desapariciones de submarinos a lo largo de la historia?

Tal vez; cumpliendo su destino el submarino ARA San Juan, partió el lunes 13 de noviembre, desde Ushuaia (Tierra del Fuego), hacia Mar del Plata con 44 tripulantes y se perdió en las aguas frías del Atlántico Sur desde el pasado 15 de noviembre, mientras realizaba un ejercicio de rutina, a tiempo que regresaba a casa.

La aldea global, conmovida, se une en una mega operación para rescatar al submarino. En la búsqueda del ARA San Juan, participan representantes de las Armadas de Uruguay, Chile, Brasil, Perú, los Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros que siguieron sumándose.

Todos queremos que esos marinos regresen a casa. Todos miramos al mar y pensamos que ya vienen, que están en camino. Pero, el mal tiempo dificulta la búsqueda del submarino argentino ARA San Juan. Y el mundo tiene sus ojos puestos sobre la suerte de esos valerosos marinos jóvenes llenos de sueños y de esperanzas.

Entre 43 hombres, una única mujer: Teniente de navío Eliana María Krawczyk, de 35 años, es de Oberá, Misiones. Es la primera submarinista en obtener el cargo de oficial en la historia Argentina, su papá la apodó "Reina de los mares". Eliana Krawczyk, es la primera mujer submarinista de Argentina y de América Latina. Actualmente está en el desaparecido submarino ARA San Juan como jefa de Armas cumpliendo un sueño.

El Ministerio de Defensa aún no difundió el listado de los nombres de los 44 marinos que están a bordo, a la presentación de esta crónica; pero, el periodista Matías Tercic, de infobae, pudo investigar los nombres de 41 tripulantes:

El Capitán de fragata Pedro Martín Fernández. Es el comandante del submarino desaparecido.

Cabo segundo Fabricio Alejandro Alcaraz. Es maquinista del San Juan desde hace un año.

Teniente de navío Fernando Ariel Mendoza. Es tercero en orden de mando en el buque.

Suboficial primero Hernán Ramón Rodríguez. Es el actual jefe de máquinas del submarino ARA San Juan, donde trabaja desde hace nueve años.

Cabo principal Mario Armando Toconás.

Suboficial segundo Víctor Marcelo Enríquez.

Cabo principal Jorge Eduardo Valdez.

Cabo principal Hugo Dante César Aramayo.

Cabo principal Luis Esteban García.

Cabo primero David Adolfo Melián.

Suboficial segundo Cayetano Hipólito Vargas.

Teniente de navío Diego Manuel Wagner.

Suboficial segundo Roberto Daniel Medina.

Suboficial segundo Ricardo Gabriel Alfaro Rodríguez.

Ramiro Arjona.

Cabo principal Jorge Ariel Monzón.

Suboficial principal Javier Alejandro Gallardo.

Cabo principal Humberto René Vilte.

Cabo principal Franco Javier Espinoza.

Suboficial primero Walter Germán Real.

Cabo primero Luis Niz Fernando Santilli.

Capitán de corbeta Jorge Ignacio Bergallo.

Teniente de navío Fernando Vicente Villarreal.

Teniente de fragata Adrián Zunda Meoqui.

Teniente de fragata Juan Gabriel Viana.

Suboficial primero Alberto Cipriano Sánchez.

Suboficial segundo Ramiro Adalberto Pérez.

Suboficial segundo Celso Oscar Vallejos.

Suboficial segundo Hugo Arnaldo Herrera.

Suboficial segundo Cesar Alberto Figueroa.

Suboficial segundo Daniel Adrián Fernández.

Cabo principal Cristian David Ibáñez.

Cabo principal Jorge Isabelino Ortiz.

Cabo primero Germán Oscar Suárez.

Cabo primero Daniel Alejandro Polo.

Cabo primero Juan del Corazón de Jesús Zuluaga.

Cabo primero Leandro Fabián Cisneros.

Cabo segundo Anibal Tolaba.

Ruego a Dios que conceda, a cada familiar, la fortaleza necesaria para afrontar este irreparable designio, y deseo de todo corazón que Dios los ayude a soportar semejante tragedia.

A la tripulación del ARA San Juan: ¡Sigan adelante surcando los Mares de la Eternidad! ¡Les abrazo en la LUZ!