Por las estadísticas que se conocen y que por alguna razón no explicada, no reflejan la realidad del país en materia de exportaciones, se sabe que estamos atravesando por una crisis, ojalá sea coyuntural, en el importante rubro de nuestras exportaciones, que según los datos del INE, siguen siendo de manera prevalente las materias primas, los minerales por una parte y luego con el salto a los hidrocarburos y el gas a dos mercados vecinos.
Es un hecho evidente que nuestro país, desde su fundación ha sido y es todavía un vendedor de sus riquezas naturales no renovables, el caso de los minerales, en los años de la República con la plata que llegó a otras latitudes y dejó muy poco, proporcionalmente a lo que aprovecharon otros mercados. Por esas cosas de la minería se pasó a la explotación del estaño, con un largo periodo de recuperación del "conocido metal del diablo", alimentando hasta el presente la parte fuerte de nuestra venta de minerales al exterior, tratándose del metal exportado con valor agregado y que genera buenos ingresos al Erario Nacional.
Se diversifican nuestras exportaciones cuando entramos a la explotación de los hidrocarburos y se aprovecha la potencial riqueza del gas que permite garantizar el sostenimiento más o menos holgado de nuestra economía nacional, sin embargo, las perspectivas en materia de las ventas futuras del energético pueden tener variables, por limitaciones productivas, por la competencia de precios y por una paulatina sustitución de ese material en el tiempo venidero.
Hablando de la necesidad de impulsar nuestras exportaciones, (las regionales) se debe tomar en cuenta los rubros de la agropecuaria y las manufacturas, pero definiendo políticas "agresivas" para su crecimiento y fortalecimiento, a través de una tarea ampliada del Gobierno en la búsqueda y consolidación de mercados externos, interesados en muchos de nuestros productos, caso de la quinua, la carne de camélidos (llamas), el caso de alpacas y vicuñas y su amplia gama de productos derivados, que de manera oficial tienen alta demanda en países de Europa, Asia y EE.UU.
En el caso de la minería, el futuro, si no hay variables sustanciales puede esperar la futura industrialización del litio en el caso de los salares de Uyuni en Potosí y el de Coipasa en Oruro. Para el oriente se abriría la alternativa del hierro que se explote y transforme en el Mutún.
Por lo que se observa, la necesidad de fortalecer nuestra economía, está sujeta primordialmente al fomento productivo de la minería, sin dejar por supuesto lo que corresponda al gas, pero pensando en que al dar buen uso de los ingresos que generen las ventas de nuestras materias primas, se impondrá necesariamente la diversificación hacia otras áreas de producción a nivel nacional, ampliando las alternativas de intensificar exportaciones de alimentos variados, soya, arroz, azúcar, palmitos y otros con planes de precios competitivos, que nos permitan llegar a mercados externos en condiciones favorables.
En criterio de los industriales y empresarios nacionales, hay necesidad de que el Gobierno aplique medidas proteccionistas para defender nuestra producción, hacer viables las exportaciones con medidas arancelarias competitivas a nivel externo y otras que en el plano interno sean contundentes para eliminar el contrabando y la competencia de productos importados como los chinos que rompen las previsiones legales de competencia.
Es muy importante fomentar nuestros sistemas productivos y al mismo tiempo acrecentar nuestras relaciones internacionales, asegurando mercados para mejorar nuestras exportaciones.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.