Asumir responsabilidad directa y específica para preservar las fronteras del país sin lugar a dudas que se trata de un programa que era necesario que debidamente implementado favorecerá principalmente para sentar soberanía del país en la extensa franja divisoria de nuestros límites, pero además para evitar que por la misma continúen un par de negocios ilícitos y de alto riesgo como son el narcotráfico y el contrabando.
No hace mucho en otro comentario editorial nos referimos a la urgencia de fortalecer las unidades militares justamente en las fronteras con el objeto de mostrar a los vecinos que tenemos todas las condiciones para cuidar nuestra heredad nacional, pero al mismo tiempo para ahuyentar a quienes han sentado posiciones en ciertos sectores para el tránsito ilícito de contrabando, droga y hasta de armas.
Dentro la estrategia política nacional, por lo menos hasta hace poco, el tema de las fronteras era sólo preocupación coyuntural, cuando se descubrían hechos de narcotráfico o el millonario tránsito de mercadería de contrabando, inclusive en caravanas de camiones que vencían los controles del occidente y el oriente.
El nuevo programa que se desarrollará a través de la flamante Agencia para el Desarrollo de Macro Regiones y Zonas Fronterizas (Adefam) tiene el objeto prioritario de incorporar las zonas fronterizas a la dinámica nacional y evitar que las mismas sigan siendo el “patio trasero” de la Nación, por lo menos así lo explicó su primer ejecutivo, quien fue brazo derecho del gobierno y observado por una serie de hechos considerados irregulares en su momento, al tener una relación directa con un supuesto contrabando en la frontera de Pando.
Otra motivación, que se relaciona con la creación de la Adefam, es que la misma deberá convertirse en “el brazo operativo para coordinar con el gobierno central, las gobernaciones departamentales, municipios y las organizaciones sociales, los programas de desarrollo en diversas regiones del país”, el caso de los programas será motivo seguramente de estudios particularizados en función a la diferencia de vida, actividad, proyección futura y establecimiento de infraestructura apropiada en cada zona fronteriza, sabiendo además aquellas características que configuran casos especiales en la extensa franja fronteriza que marca la soberanía nacional.
Hasta ahí el programa de mostrar Bolivia a través de sus fronteras y generar un adecuado desarrollo para las “macro regiones y zonas fronterizas” tiene una connotación especial, si de verás se está comenzando un proyecto de expandir las poblaciones internas hacia las zonas que marcan el paso a otros países, lo que significará movilizar asentamientos humanos, creación de infraestructura apropiada para efectivos militares y policiales, para el establecimiento de centros educativos y de salud, base importante para el crecimiento de lo que podríamos llamar la “Bolivia expansiva”, guardiana de la soberanía e impulsora del desarrollo interno.
De aquí en adelante se esperan muestras claras de la intención “incorporativa” de la Bolivia excluida al proceso del desarrollo general, de tal suerte que nuestras fronteras sean la imagen de un país que crece armoniosamente y que no permite la ilegalidad de contrabando y narcotráfico a través de su frontera.
Quien maneje el desarrollo del nuevo proyecto tendrá que tomar en cuenta la expectativa ciudadana en el futuro crecimiento de las “zonas olvidadas”, pero sabiendo también que la comunidad boliviana ya está cansada de actos de corrupción al amparo del poder político.
Fuente: LA PATRIA
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