Familiares de policías bolivianos linchados por indígenas maldicen a Morales

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Familiares de cuatro policías linchados por indígenas en Bolivia maldijeron al presidente del país, el aimara Evo Morales, por no haber hecho nada para ayudarlos ni aplicar la ley a los asesinos, informan hoy medios locales.

"¡Maldito Evo Morales, maldito!", gritó la viuda del sargento Nelson Alcocer, Mónica Corrales, durante el sepelio el sábado en la ciudad de Oruro, dos semanas después del crimen cometido en Uncía (Potosí), que mandos policiales vinculan con el narcotráfico.

"Hemos tocado tantas puertas, pero a mi esposo recién lo han matado, no tiene nada de descomposición. El Gobierno no hizo nada, más bien entorpeció", afirmó.

El Gobierno de Morales justifica su inhibición con el argumento de que espera a que los indígenas se calmen, por lo que se limitó durante dos semanas a rogar a los asesinos que entregaran los cadáveres, enterrados boca abajo por supersticiones tribales.

"Lo asesinaron cuando las negociaciones estaban en curso para que no delatara a quienes mataron a sus camaradas", declaró el abogado Johnny Castelú, representante de las familias.

"El policía no tiene defensa. Si fuera un campesino, sí tendría justicia. Esto no puede quedar impune, nuestros esposos no son animales", se lamentó Corrales.

La viuda pidió que se juzgue a los asesinos, aunque ha firmado una renuncia a iniciar procesos legales contra ellos, como exigieron los "ayllus" para entregar los cuerpos.

Castelú aclaró que "los documentos obtenidos bajo presión son susceptibles de nulidad", denunció que a catorce días del crimen no ha comenzado una investigación y dijo que eso da motivos para presentar demandas por "incumplimiento de deberes".

Corrales afirmó que los ministros enviados por Morales a Uncía "escaparon al escuchar un cohete" y reprochó al mandatario que sólo "es bueno para jugar fútbol y andar viajando".

También arremetió una hermana de Alcocer, cuyo nombre no precisan los medios: "Maldito Gobierno. Tal vez podíamos rescatar a mi hermano porque recién fue asesinado. Nosotros tenemos amarrados los pies, manos y boca, pero pedimos a las instancias correspondientes que se haga justicia".

La viuda del cabo asesinado Rubén Cruz, Lola Pallarico, criticó igualmente al Gobierno y dijo que los indígenas mataron a los agentes "salvajemente", a juzgar por el estado de los cuerpos.

"Los familiares exigimos que las autoridades den con quienes lo mataron", reclamó un cuñado de Cruz, Rubén González.

El viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico, prometió que los asesinos serán perseguidos y encarcelados y negó que Alcocer muriera recientemente, aunque así lo indican el dictamen forense, la familia y el fiscal de Oruro encargado del caso, Alfredo Santos.

Torrijo justificó que la policía no haya intervenido en Uncía porque había "más de cuatro mil campesinos enardecidos".

"¿Vamos a llevar siete mil hombres y vamos a estar contando una veintena, una centena de muertos después? Había mucha efervescencia en el camino ¿Cómo vamos a entrar así?", agregó.

El Defensor del Pueblo de Bolivia, Rolando Villena, dijo que ya van "siete muertos (en Uncía) en los últimos seis años, y tanto la Fiscalía como la Policía no hicieron mucho (...) La Fiscalía demostró total inacción y por parte de la Policía no asumieron sus funciones".

La oposición acusa a Morales de ser severo cuando hay incidentes en regiones dominadas por sus adversarios y muy tolerante cuando se trata de votantes suyos, como en el caso de Potosí.

El diario "Los Tiempos", de Cochabamba, indica hoy que, "cuando se llega a extremos" como linchar policías sin que el Gobierno actúe, "se hace difícil pensar en un futuro en el que ´la ley de la selva´ no sea la única vigente".

Fuente: La Paz, 6 (EFE).-