Miercoles 15 de noviembre de 2017
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Si bien los mandatos Constitucionales de la educación, de la actual Constitución Política del Estado Plurinacional, dispone que "Toda persona tiene derecho a recibir educación en todo los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación", "Que la educación constituye una suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla", la Ley Educativa No 070 Avelino Siñani - Elizardo Pérez, indica que se debe priorizar la educación en los pueblos fronterizos de difícil acceso. Nuestras autoridades educativas tanto nacionales como departamentales, se llenan la boca informando a la sociedad, que la implementación de la Revolución Educativa avanza, mostrando indicadores, datos estadísticos cuantitativos de los logros que no están acordes con la realidad educativa en casi una década de su implementación.
La educación por mucho tiempo ha estado desvinculado de la historia, la realidad, las aspiraciones y cosmovisiones de todos los pueblos indígenas. Teniendo más bien una orientación contraria a sus intereses y tendente incluso a su desaparición de manera que la educación se ha visto desvinculado de la cultura, las costumbres y las tradiciones de los pueblos indígenas; centrándose en una educación colonizadora alejado de la realidad e individualista, ajena a los principios básicos de la intraculturalidad e interculturalidad que son las bases para la construcción de nuestro Estado Plurinacional, en ese marco que a través de la Ley Educativa vigente se ha buscado transformar esta concepción en base a una educación cuyos principios son promover una educación descolonizadora, una educación productiva, una educación socio comunitaria, y muy particularmente una educación intra e intercultural, sin embargo el desarrollo de la educación en nuestras fronteras tiene muchas .limitaciones y dificultades, desde la falta de fuentes de trabajos para los padres de familia, que ocasionan la migración hacia las ciudades del norte chileno que ofrecen ventajas en las condiciones de estabilidad laboral, hasta las sequías, las inclemencias del tiempo como las temperaturas extremas y fuertes vientos que son propios de esta parte de la cordillera occidental del altiplano, la falta de políticas estratégicas del gobierno central y de los municipios para desarrollar proyectos productivos, aprovechando las potencialidades y los recursos naturales de las regiones alejadas.
