Se hizo pasar por muerto para atrapar a su esposa que mandó matarlo
08 nov 2017
Fuente: Infobae
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El puertorriqueño Ramón Sosa hizo una modesta carrera como boxeador amateur y luego abrió su gimnasio en Texas. Separado y con tres hijos, en 2007 conoció en el club de salsa La Luna a la mujer de sus sueños: MarÃa, una profesora mexicana de kickboxing, más conocida como Lulú.
Se pusieron de novios y comenzaron a trabajar juntos en el gimnasio de Ramón. "Era una mujer maravillosa. Me hacÃa la manicura, pedicura y masajes en los pies. Me ponÃa aceite en la espalda y me hacÃa más masajes. Era el paraÃso, y mis amigos estaban celosos", recuerda Ramón.
Pero en 2010, Ramón y MarÃa se casaron, ella se convirtió en ciudadana estadounidense y parecÃa que vivirÃan una vida feliz, juntos.
De pronto, de la nada, mientras atravesaban un difÃcil momento económico, un dÃa de 2015, ella le pidió el divorcio, contó Ramón al Daily Mail.
Pero la tierna Lulú fue más allá. Contactó a un hombre llamado Gustavo para pedirle que consiguiera a un asesino a sueldo para matar a su esposo. Ella estaba dispuesta a pagarle 2 mil dólares y darle la camioneta de su esposo.
Lo que no sabÃa ella era que Gustavo asistÃa a clases de boxeo con Ramón.
Cuando su amigo le contó los planes de su esposa, Ramón le pidió que fuera a una nueva reunión con ella con un micrófono en su ropa y grabara todo.
En ese encuentro, Gustavo le consultó a Lulú si no le alcanzaba con que le dieran a Ramón una buena paliza. "No -dijo ella-. Solo me sirve muerto". Y le dio mil dólares como adelanto del pago total.
Con la grabación en la mano, en la que Gustavo simulaba conocer a dos mercenarios dispuestos a hacer el trabajo, se presentaron en la comisarÃa de Montgomery County, en Houston.
La policÃa le propuso a Ramón un plan para terminar de desenmascarar a su esposa: le pidieron que se hiciera el muerto, le sacarÃan fotos y se las llevarÃan a su esposa para ver su reacción.
Con la colaboración del FBI, usaron pintura para que pareciera que Sosa habÃa recibido un tiro en la sien y lo fotografiaron en una fosa en el desierto de Texas.
En octubre de 2016, admitió ante el juez su culpabilidad por instigación al crimen sin agregar más palabras. Fue condenada a 20 años de prisión.
En las últimas horas, tras un pedido de acceso a la información, fueron reveladas las fotografÃas y el plan que urdió Ramón junto a la policÃa para desenmascarar a su esposa.
Fuente: Infobae
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