El pueblo se volcó a las calles para honrar a los muertos
Multitudinaria manifestación espontánea despidió a policías torturados y asesinados
06 jun 2010
Fuente: LA PATRIA
Población demandó justicia para que los crímenes no queden en la impunidad
• Responsabilizan al gobierno de Evo Morales por los asesinatos
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En medio de profunda consternación y congoja de esposas, hijos, padres y familiares de los cuatro policías flagelados, torturados y asesinados cruelmente por indígenas de los ayllus del Norte de Potosí, al que se sumó la población orureña, que se volcó masivamente a las calles para dar el último adiós a los servidores públicos, muertos en el cumplimiento del deber.
A las exequias fúnebres que se iniciaron a las 15:30 horas de ayer, con una misa de cuerpo presente oficiada por el Obispo de la Diócesis de Oruro, Mons. Cristóbal Bialasik, cooperado por el Capellán de la Segunda División, Rvdo. Casimiro Shanteck, asistieron el Comandante General de la Policía Boliviana, Gral. Oscar Hugo Hinojosa Fernández, acompañado del Gral. Edgar Pérez Barrientos, Director Nacional de Personal y los generales, Reynaldo Iturri Iturri y Jorge Almanza, además de autoridades superiores, directores de unidades y efectivos policiales de la guarnición local.
Luego de la ceremonia religiosa, los féretros de los cuatro policías inmolados por las hordas indígenas del Ayllu de los Laimes, fueron llevados al hombro por sus camaradas, mientras la población que se congregó en el Batallón de Seguridad Física de la Policía Departamental y las calles adyacentes, clamaba justicia y sanción para los autores intelectuales, materiales, cómplices y encubridores del asesinato.
MASIVO CORTEJO
En medio del ulular de las sirenas de los vehículos de Radio Patrullas 110, de las motocicletas de Tránsito, el cortejo fúnebre se convirtió en una columna masiva de dolientes, en el que muchos de los familiares de los policías asesinados, la mayoría de condición humilde, portando pancartas responsabilizaban al gobierno de Evo Morales, de las flagelaciones y crímenes cometidos por los indígenas de la comunidad de Saca Saca de los ayllus del Norte de Potosí, contra los servidores públicos.
Las pancartas tenían las siguientes inscripciones: “Patria...No Muerte”; “10 huérfanos, carajo. Gobierno incapaz”; “Bolivia unida...No muertos, carajo”; “Muerte para los asesinos”. Familiares y población en general, que acompañaba el cortejo, también entonaba estribillos, como: “Evo asesino… Generales maricones” y otros, a lo largo del sepelio que duró más de una hora en su recorrido, ya que los féretros fueron llevados en hombros por sus camaradas hasta el cementerio general.
Hubo intento, en dos ocasiones, de llevar los ataúdes en camionetas de Radio Patrullas y de Seguridad Ciudadana, por el peso que tenían, empero los familiares y los dolientes en general, a gritos exigieron que sean llevados en hombros hasta la necrópolis, lo que se cumplió en medio del esfuerzo de algunos policías amigos de los difuntos.
DESPEDIDA
A lo largo de la ruta del cortejo fúnebre, la población que formo un cordón humano, despedía a los féretros de los cuatro policías con pañuelos blancos que eran agitados por la población en general, formada por personas de toda condición social, de la tercera edad, mayores y hasta niños, que participó en medio de congoja.
La población orureña que salió a las calles y se congregó masivamente en el panteón central, se solidarizó con las esposas, hijos y familiares, que atravesaron momentos difíciles y llenos de incertidumbre por espacio de 12 días, hasta que con su propio esfuerzo y sin ayuda ni cooperación de las autoridades superiores de la Policía Nacional y departamental, lograron rescatar los cadáveres.
Con lágrimas en los ojos y en medio de profundo pesar, la esposa del Sof. Nelson Antonio Alcócer Casana, Mónica Corrales vda. de Alcócer, señaló: “gracias a la valiente y decidida intervención del Sacerdote de Uncía, Rvdo. William Ugarte, el Fiscal del Distrito de Potosí, Juan Carlos Ramírez, apoyado por sus colaboradores de Uncía y Llallagua, abogados, Sandro Fuertes y Trifón Romero y la efectiva gestión del Abogado de los familiares, Johnny Castelu Coca”.
ÚLTIMO ADIOS
Ya en el Mausoleo Policial y ante una multitud, el Capellán de la Policía Departamental, Rvdo. Walter Sánchez, oró por los difuntos, rogando a Dios que los tenga en su Santo Reino y desde allí protejan a sus esposas, hijos, padres, familiares, amigos y camaradas policías. Instó a los participantes de la ceremonia fúnebre, a implorar y rezar permanentemente por el descanso eterno de los policías muertos en el cumplimiento del deber.
A la despedida se sumó el Cap. Juan Carlos Linares, refiriéndose que junto a los policías muertos por bandas de indígenas, había pasado momentos de mucha satisfacción y trabajo intenso en la lucha contra la criminalidad y la delincuencia, misión en la que los policías, exponen sus vidas, “como lo han hecho ustedes que se adelantan y que en cualquier momento volveremos a encontrarnos”.
El Cnl. DESP Guido Espinoza Baldiviezo, Comandante del Batallón de Seguridad Física de la Policía Departamental, honró a los policías con un adiós y paz en sus tumbas, mientras que alumnos de la Escuela Básica Policial, luego de plegar las banderas nacionales que cubrieron los féretros de los difuntos, entregaron a los familiares de los victimados.
Con salvas de fusilería y la interpretación del silencio a cargo de la Banda de Músicos, los policías martirizados por indígenas del Norte de Potosí, los féretros fueron introducidos por sus camaradas a su última morada, en medio de gritos lastimeros de familiares.
Fuente: LA PATRIA
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