En una conferencia de prensa, Delgado señaló que la DGAC recibió el viernes un informe preliminar de BoA, el cual tiene un carácter reservado debido a los fines investigativos.
"Lo que se puede ampliar es cierta información que se ha obtenido este tiempo, lo que ha determinado que no hubo reventón de llantas, sino que fue una falla en el tren de aterrizaje", señaló.
El jefe de Investigación de Accidentes, Ernesto Saavedra, prosiguió con la información. Dijo que de acuerdo a la investigación que se ha realizado, la aeronave aterrizó normalmente en la pista del aeropuerto de El Alto. "Una vez que se posó en tierra se sintió una fuerte vibración, y al final de la pista logró frenar sin graves consecuencias", dijo.
Saavedra confirmó que del incidente resultaron dos personas evacuadas en ambulancia. "No presentaban golpes, pero más pareció ser una descompensación", dijo.
"Lo que se ha podido verificar es que la tripulación estaba con su entrenamiento y licencias al dÃa, el mantenimiento de la nave habÃa sido efectuado durante el programa, y con los procedimientos establecidos en la reglamentación", aseguró.
Indicó que todos los operadores aeronáuticos son sometidos a vigilancia permanente, y que hay un nivel "aceptable" de seguridad.
La identificación de cualquier vulneración a la norma es parte de la vigilancia, pero cuando sucede algún incidente el carácter es meramente preventivo.
BoA estuvo bajo el ojo de la tormenta tras recientes incidentes. Uno de ellos sucedió el 22 de septiembre, cuando un problema de presurización obligó a la aeronave retornar al aeropuerto de El Alto tras despegar; otro percance se registró la reciente semana, cuando la llanta del avión reventó al momento de aterrizar. En ambos casos no se registraron heridos.
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