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Domingo 05 de noviembre de 2017

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Revista Dominical

Un notable en Oruro: Lucio Grover Veliz Gonzales

05 nov 2017

Fuente: LA PATRIA

Por: Johan Romero Rodríguez - Periodista

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Durante la sesión de honor por los 411 años de la fundación de la Villa de San Felipe de Austria, del Consejo Municipal de Oruro, este 1º de Noviembre se realizaron diferentes reconocimientos, pero es importante destacar el nombramiento que recibió, el "Profe de la Tele", Lucio Grover Veliz Gonzales, quien ahora es ciudadano notable de Oruro.

Reconocido por toda la sociedad, por el trabajo que realizó y aún realiza desde el programa cultural Pueblo y Arte por más de tres décadas, pero antes de ello el profesor Grover Veliz pasó por varias experiencias en su vida, que lo fortalecieron como persona de bien.

"Tuve una vida llena de grandes alegrías y profunda tristeza, desde niño que viví en mi pueblo Salinas de Garci-Mendoza siempre tuve la idea de ser algo más dentro de mi familia de seis hermanos: Nelly la mayor, Freddy, María, Fernando, Amel y Claudia.

Mi primera etapa de primaria la realicé en mi pueblo y en Uyuni, trasladándome a Oruro, ya que mis hermanos mayores se vinieron aquí por motivos de trabajo y yo a trabajar de chapista y luego al Colegio. Viví con mis hermanos, algunas veces estuvimos siempre solos ya que mi mamá era comerciante, realizando viajes a diferentes lugares, llevando sus productos.

Crecimos entre estudio y trabajo, egresé del Colegio Juan Misael Saracho y me fui al cuartel en la ciudad de la Paz, al Tarapacá, luego di mis exámenes de ingreso a la Normal y Universidad aprobando en los dos, me decidí por el magisterio y me fui a estudiar a la Normal de La Paz, egresando siempre con esa inquietud de hacer algo, mis primeras revistas, mis primeros cuadros y exposiciones y otros.

Entre el sacrificio de mis padres, para hacer de su hijo alguien mejor de la familia, egresé de la Normal con buenas notas, eximido de los años de provincia directo a la ciudad a escoger que establecimiento quería, era una pugna de los directores por tenerme, tuve mi memorándum para trabajar en la Escuela de Bellas Artes, decidí quedarme de docente en el Colegio Saracho donde culminé mis estudios, pero sólo dos años ya que tuve que ir a la Normal por mis notas y estuve allí durante más de veinte años como Catedrático.

Vi pasar muchos rectores y en medio del trabajo, tuve la satisfacción de trabajar en los colegios privados como el Reekie, subdirector del Colegio Anglo Americano, director del Colegio Santa María Magdalena Postel, director fundador del Colegio de la Unión Bolivia Japón, ocupando la dirección por tres oportunidades, y mi pasión por el arte y la cultura nunca se perdía.

Aprovechaba en cada año de entregar el resto del día a organizar concursos de dibujo, pintura, eventos como el disco de oro, revistas en cada unidad educativa de cada gestión lectiva, libros, folletos, para luego fundar el Programa de "Pueblo y Arte" desde 1983 en forma oficial, pero antes mi papá que en paz descanse un día fue a verme al Colegio de la Unión Bolivia Japón, lo vi parado afuera (tenía miedo entrar), salí y le pedí que entrara a mi dirección, se admiró de verme en el escritorio y yo no pude contener mis lágrimas estaba cumpliendo con mis padres de ocupar un sitial importante en la docencia y en la sociedad. Salió, sé por su rostro, muy satisfecho y seguro muy feliz (nunca olvidaré ese día), fue el motivo de seguir forjando mis logros", cuenta el Profe.

Sin dejar sus responsabilidades dentro de su profesión, supo apoyar al mundo artístico, además de registrar el movimiento cultural del folklore de Oruro, nunca dejó de lado a su familia, que es el pilar más importante de todos sus logros, principalmente para superar una etapa muy difícil en su vida, como es una enfermedad que casi lo aleja de todas sus actividades.

"Entre medio de mi trabajo tuve la satisfacción de casarme con mi esposa, Marilin, tuve tres hijos varones, dos profesionales en la actualidad, Cristhian el mayor, Henry y mi hijo Rodrigo en carrera universitaria, todo estaba sobre rieles, al margen siempre de algunos tropiezos de cada hogar, pero llegó la gestión 2007 donde me detectaron cáncer de estómago, de ahí en adelante cambió mi vida, superé una etapa.

Obtuve licenciatura en Udabol y nunca más volví a ser el hombre que vivía una vida diferente, se me extrajo el estómago, estuve en constante consulta médica y la quimioterapia, estuve en seis operaciones, me mantenía muy mal en cada sesión, dejé la vida social, me jubilé por incapacidad de acuerdo a los médicos, hoy vivo encerrado en mi cuarto durante la tarde, no podía salir de noche estuve con el peso mínimo.

Recibí el apoyo de mis hijos y de mi esposa, dieron todo para mi restablecimiento, mis hermanos, mi mamá que murió cuando yo estuve mal al igual que mi querido suegro Nicasio, un gran hombre que no pude asistir a su velorio ni a su entierro porque estuve en el hospital, pero nunca perdí la fe cada día oraba y pedía a Dios ver a mis hijos profesionales, me dieron un mes de vida.

Hoy vivo el milagro de la vida solo en mi cuarto, mis familiares y compañeros de trabajo del programa saben los momentos que pasaba en mi hogar, una tragedia tan difícil de contar, que hizo que viva solo en la soledad de mis cuatro paredes, voy recuperando pero es tan difícil componer mi hogar, mi familia, esa familia que tenía vivo, pero creo que era mejor morir a estar viviendo en este sufrimiento, no descuido mi trabajo con el programa que es la razón de mi vida, cada domingo es un renacer por estar con mis estudiantes.

Sé que algún día podré estar en la plenitud de mi vida, Dios me lo permitirá y seguiré siendo el milagro de la vida, como caso único según el médico que efectuó las operaciones y gracias a él muchos visitaron su consultorio, esa es casi la parte íntima de mi vida de un hombre que ganó grandes logros y recibió los más duros reveces de la vida en la salud", recordó el Profe.

Está seguro que dejó un enorme legado en la sociedad orureña, pero piensa que todavía existe mucho por hacer, por lo que espera que su familia continúe apoyándole en los emprendimientos que aún mantiene, agradeciendo al Municipio por el reconocimiento que recibió.

"Solo les pido a mis hijos y esposa que sepan valorar estos nobles gestos de la gente que cree en mi trabajo, y recibir este homenaje de ser Ciudadano Notable de la Ciudad de Oruro, meta que creo logré con mucho esfuerzo, aspecto que seguramente será valorado cuando yo ya no me encuentre, pero muy feliz de llevar en alto el apellido de mis padres que un día quisieron que sea el ejemplo de mis hermanos y de mi familia, pese a los grandes errores humanos que cometí, como todo ser humano y conserven esta imagen de un padre que quiere mucho a su esposa, hijos, nietos y familiares", enfatizó el profesor, Lucio Grover Veliz.

Fuente: LA PATRIA
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