Coyuntura económico productiva de Oruro

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Una de las preocupaciones actuales en la coyuntura económica del país y de las regiones, está relacionada con la temática productiva e industrial que sin duda configuran la capacidad de las regiones por contar con un mayor desarrollo, que además asegure su sostenibilidad en el tiempo. Es así que se presenta a continuación un breve análisis, en esta temática, referida a la economía de Oruro.

El departamento de Oruro a lo largo de su historia, es reconocido como una región eminentemente minera. La explotación minera tuvo diferentes épocas de auge y depresión, situando a nuestro departamento en una posición preferencial dentro del contexto nacional, pero que depende directamente de los precios internacionales de las materias primas mineras. Hoy en día, esto no es tan cierto, otros departamentos han surgido como potencias mineras, y lamentablemente, en esta región no se ha invertido, no hay nuevas explotaciones y las ya existentes o vigentes tienen serios problemas.

Estos datos demuestran con mucha claridad que la industria nacional y con seguridad la industria de Oruro; no sólo en el sector minero, están amenazadas de muerte, por lo que presentamos a continuación algunos argumentos con mayor detalle.

En el siguiente gráfico se muestran las exportaciones de Oruro, en los años 2000, 2005, 2010, 2015 y 2016. Dos características generales son marcadas: la primera, que dos de las tres actividades económicas crecen rápidamente hasta el 2010, y una hasta el 2015 (Agricultura, ganadería, caza y pesca); segundo, todas las exportaciones se encuentran de bajada.

En un solo año, las exportaciones orureñas pasaron de 482 millones de dólares a 310 millones de dólares. Una reducción de 170 millones de dólares.

Si bien se nota en el gráfico, cifras muy elevadas en el sector de la manufactura; que también sufrió una depresión marcada en los últimos años, la misma, es una industria manufacturera minera. De hecho, cerca de un 98 %, es producción de estaño metálico y plata metálica, considerados manufacturas por la transformación que experimentan. Lo cual deja además claro, que no existe industria manufacturera de otro tipo en Oruro.

Para contar con un panorama más claro, se muestra en el siguiente gráfico, la producción de los cuatro principales productos de exportación orureños, en cantidades.

El estaño metálico el 2006; principal fuente de ingresos para Oruro durante muchos años, alcanzó a un poco más de 8.500 toneladas, el 2010 a 10.200, el 2014 a casi 9 mil, y el 2016 bajó a 5 mil toneladas. Es clara la reducción en cuanto a la producción de este metal, lo que deja muy claro, que las políticas mineras como la tan mentada nacionalización, fueron un fracaso.

Además de los anteriores datos, la producción y exportación de mineral de estaño (que no se ve en el gráfico), está desapareciendo, en vista de que el 2006 las exportaciones alcanzaron a más de 4 mil toneladas, el 2010 bajaron a un poco más de 1 mil toneladas, el 2014 a 321 toneladas, y el 2016 a 86.

Complementando a la información anterior, mostramos también un gráfico que resume el comportamiento de los mismos 4 principales productos de exportación de Oruro, ahora en valor (millones de dólares americanos).

El 2016 hemos exportado, en valor, más quinua que estaño (79 millones de quinua, 78 millones de estaño metálico). El mineral de plata alcanzó a 63 millones y el mineral de zinc a 69 millones. Este último redujo en cantidad y en valor de exportación, respecto al 2006.

Este nuevo panorama, es considerado como histórico, ya que por primera vez Oruro, puede ser considerado, no sólo como un departamento minero, sino también agrícola. La producción y exportación de quinua; como se vió en el anterior cuadro, alcanzaba en 2006 a más de 6 mil toneladas, aumentando casi en cinco veces para el 2016, alcanzando a más de 28 mil toneladas. Este esfuerzo, fue acompañado por la subida de los precios internacionales hasta más o menos 2014, para bajar nuevamente hasta 2016, pero todavía con aumentos en la cantidad exportada. En 2006, la tonelada de quinua se vendió al exterior a un promedio de 1.154 dólares, en 2010 a 2.992, en 2014 a 6.552, para bajar en 2016 a 2.740. Si bien el precio no es el más bajo registrado en esta etapa de análisis, conviene prestar atención a este producto, para incentivarlo, sabiendo además, que el 80% de las exportaciones bolivianas de quinua, tienen su origen en el departamento de Oruro.

Si bien el panorama económico de Oruro no es de los más alentadores, salvo el caso de la quinua, conviene prestar atención también a otros sectores, que si bien no exportan y no necesariamente producen bienes, mantuvieron la economía de los orureños durante muchos años.

En este sentido, y para apoyar al análisis anterior, se menciona a continuación datos sobre las importaciones, para mostrar en qué medida pueden aportar en el aparato productivo del departamento.

Las importaciones, entre 2006 y 2016 crecieron de manera constante y ágil, en más de cinco veces: de 188 millones de dólares en 2006 a 1.050 millones de dólares en 2016. Se debe apuntar además que las importaciones del departamento son el triple respecto a las exportaciones, brecha que fue creciendo en el tiempo.

En este sentido, se muestra en el siguiente gráfico, los principales productos o grupos de importaciones del departamento de Oruro. En el mismo, destaca el rubro de Combustibles, que en 2006 representaba el 21% de las importaciones totales del departamento, y en 2014 llegó a 52%, para bajar drásticamente en 2016 a un 19%. Si sumamos para 2014 a esta importación, la de Vehículos Particulares, tenemos que el 58% de las importaciones de Oruro, estaban ligadas a la industria del transporte y el comercio; dato realmente para destacar.

Asimismo, se debe mencionar que los principales productos o rubros de importación del departamento están ligados a la industria de productos o servicios (salvo por los Productos Químicos y Farmacéuticos). Destacan por su crecimiento los rubros de: Materiales de Construcción, cuya importación creció del 1% al 12% respecto al total de importaciones; los Productos Químicos y Farmacéuticos, con un 13%; y los Productos Mineros con un 16% (aumentaron desde un 7% en 2006). Por otro lado, los que destacan por su desaceleración son: los Productos Agropecuarios no Alimenticios, que bajaron de un 13% en 2006 a 5% en 2016; y la Maquinaria Industrial que en 2006 significaba un 5%, para aumentar a 9% en 2010 y bajar en 2016 hasta llegar al mismo porcentaje inicial. Estos siete rubros de importación representaban en 2006, el 57% de las importaciones totales, y en 2016 el 76%.

Por el análisis presentado, se puede concluir que los principales sectores que sostienen la economía del departamento de Oruro son: la industria minera, la agricultura (quinua), y la industria del transporte, que se encuentra ligada sin duda al comercio. Asimismo, también se debe mencionar el acelerado crecimiento de la industria de la construcción, por las crecientes importaciones de Materiales de Construcción.

Sin embargo, sin lugar a dudas se puede concluir que tanto la industria minera como las importaciones de combustible que se encuentran íntimamente ligadas al transporte y al comercio, se encuentran en un franco y preocupante deterioro.

La economía orureña, sólo muestra buenos resultados y un futuro promisorio, con la industria de la quinua, que si bien fue afectada por la disminución de los precios de exportación referidos a la materia prima, tendrá que buscar la obtención de mayor valor agregado a través de la industrialización que asegure su sostenibilidad en el tiempo.

Como último apunte, es necesario pensar seriamente en la diversificación de la economía orureña. Históricamente dependíamos prácticamente de un solo producto o rubro de exportación (el minero), quizás ahora se puede contar con dos, pero si las exportaciones y el comportamiento de los sectores continúan por la misma senda, dependeremos nuevamente de uno solo (agrícola), que también depende de los precios internacionales, y por lo tanto, mantiene la fragilidad de la economía. Por otro lado, si bien el sector de la construcción ha crecido aceleradamente, se debe concluir que éste depende fuertemente del ritmo del crecimiento o desaceleración de la economía, por lo que, no asegura una sostenibilidad de la economía de los orureños. Es así, que las tareas inmediatas se encuentran sobre la mesa, porque la bonanza, sin lugar a dudas, parece haber llegado a su fin.