Las actitudes históricas en relación con la función de las mujeres en la sociedad, junto con los estereotipos tocantes a las aspiraciones, preferencias, capacidades y sostenibilidad de las mujeres en lo que atinge a ciertos trabajos, han contribuido a la discriminación por motivos de sexo en el trabajo. Resultado de esta atávica costumbre, ciertos trabajos son realizados básicamente o exclusivamente por mujeres y otros por hombres. Este punto de vista y las actitudes suelen conducir a la infravaloración de los "trabajos de mujeres" en comparación con los que realizan los hombres que se dedican a trabajos diferentes y les asignan calificaciones diferentes cuando se determinan las remuneraciones.
(*) Abogado corporativo, postgrados en Arbitraje y Conciliación, Interculturalidad e Educación Superior, Derecho Aeronáutico, doctor honoris causa, escritor.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.