Helados de canela, una tradición desde hace varias generaciones

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La dinámica de la historia hace referencia a la singular gastronomía de la región, donde destacan los tradicionales helados de canela que desde inicios del siglo XX aproximadamente, se fueron constituyendo en una de las "delicias" preferidas por la ciudadanía y los visitantes que tienen la oportunidad de arribar a la capital orureña.

Según las comerciantes actualmente establecidas en inmediaciones del mercado "Fermín López", es difícil determinar con exactitud dónde y en qué fecha surgió la iniciativa de elaborar estos helados, al no existir documentación que registre diversos acontecimientos de la ciudad, pero que lo más evidente indica que fue en las calles Soria Galvarro, esquina Bolívar donde por primera vez se inició la venta de este producto.

INVIERNO

Invierno era la temporada donde inicialmente se encontraban los helados de canela en dos lugares, la plaza de La Ranchería en el puesto de Juana de Colque, que falleció hace años y el mercado Campero, en el puesto de Linda Sejas.

Antiguamente, el hielo era obtenido en sectores de la Terminal de Buses donde funcionaba la empresa "Bedoya", aprovechando las bajas temperaturas de la región, era de suponerse que la venta de helados de canela sólo se la pueda realizar en el invierno.

"Tiempo de invierno la gente ya conocía y venía a servirse aquí, pasado el invierno esto era silencio porque no se vendía por la falta del hielo, después ya se han ido conformando las fábricas de hielo y es por eso que ya podemos vender cada día durante todo el año", sostiene Patricia Colque, propietaria de uno de los puestos ubicados en el mercado Fermín López.

Esta tradición fue adquiriendo mayor fuerza desde los años 40, cuando las vendedoras se establecieron en el Pasaje Municipal ubicado en la calle Presidente Montes y Washington, que conecta las calles Cochabamba y Ayacucho.

Son cuatro generaciones de familias que continúan con esta actividad de forma permanente, destacando a Berna Chumacero y Dominga Arancibia, quienes a su vez heredaron a la tercera y cuarta generación integradas por Teresa viuda de Ballesteros, Justina Arancibia y Paulina Colque en cuatro puestos vigentes a la fecha.

Uno de los propósitos es lograr recabar información histórica para llegar a establecer sus antecedentes con mayor precisión, además por la importancia de obtener una declaratoria nacional por medio de la promulgación de una ley desde la Asamblea Legislativa Plurinacional, como Patrimonio Cultural del Departamento de Oruro.

Fuente: LA PATRIA