Aunemos esfuerzos por Oruro

Es realmente importante que exista preocupación en algunas instituciones o en ciertos sectores que están tratando de contribuir a la solución de problemas que han rebasado la paciencia colectiva y al no ser parte del programa de nuestras autoridades, recae cierta responsabilidad de conciencia y de acción en segmentos del colectivo ciudadano.

Lo principal ante todo es remarcar algo innegable en su práctica y su resultado, la unión hace la fuerza y no hay nada que contradiga ese principio, si se lo toma en cuenta en la dimensión que merece para obtener beneficios que sean claramente el cumplimiento de metas programadas y desarrolladas en el marco de un acuerdo impulsado por la unidad de fuerzas y criterios comunes, en pos de mejores días en nuestra sociedad.

Es natural en cualquier instancia que algunos segmentos sociales, unos porque tienen consignas políticas, otros, creencias especiales y no faltan los que por muchas circunstancias están disconformes con el trabajo de autoridades y del propio esquema institucional. Todos tienen derecho a expresar sus puntos de vista, reclamar y proponer, dialogar y acordar, para llegar así sea por algunos vericuetos al objetivo de unificar criterios y hacer fuerza en busca de resultados.

En los pasados días en nuestro medio y por supuesto como lógica reacción ante la falta de cumplimiento de promesas, por la vigencia de problemas sin solución, al no definirse planes que satisfagan las expectativas de vecinos, de familias o de ciudadanos comunes, saltan y relucen las propuestas que pretenden atacar diferentes problemáticas que alteran nuestra convivencia pacífica.

Se mencionó una futura "cumbre ciudadana" convocada por las juntas vecinales en busca de soluciones al problema del transporte público; por otra dos comités cívicos pugnan por liderar la representatividad de las organizaciones orureñas y este hecho es el más preocupante porque así como las juntas vecinales proponen tratar un tema, podrían haber otras que busquen por su cuenta soluciones a sus problemas, cuando lo prudente es que hagamos práctica de dialogar, de exponer ideas y buscar consenso para sellar acuerdos de unidad que nos muestren cambios efectivos en medio del caos, que es producto de la intolerancia entre autoridades y ciertos dirigentes, en ambos casos más preocupados por sus posiciones sectarias y no por mejorar las condiciones de extrema necesidad de una buena parte de la sociedad civil.

Hay que trabajar de inmediato en la búsqueda de un acercamiento de los dirigentes cívicos, para fortalecer la institución localista, pues fracturada como está no sirve para el logro de los objetivos que impulsen el desarrollo sostenido de nuestro departamento. La idea de una cumbre ciudadana puede rescatarse en el valor que den las instituciones y las autoridades a una convocatoria que emerja de una institución o varias que tengan el interés de hacer posible la misión de aunar esfuerzos por el progreso de Oruro. La unión hace la fuerza, debe ser la premisa orureña, sin condiciones sectarias y menos políticas.

Fuente: LA PATRIA