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Domingo 29 de octubre de 2017

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Revista Dominical

Un hijo no es pretexto

Rompe el silencio

29 oct 2017

Fuente: LA PATRIA

Día que pasa cientos de mujeres son golpeadas pero no se animan a denunciar a sus agresores ? Por: Dehymar Antezana - Periodista

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Un niño enfermo, resfriado a consecuencia de un contagio en su curso. La madre en vilo desesperada por sanarlo, hace el sacrificio más extremo para conseguir ese objetivo.

Más tarde llega el progenitor del infante, ve a su hijo delicado, y como no tiene un ápice de raciocinio en la cabeza, lo único que hace es estrellarse contra la mujer, que sin contemplación alguna sufre no solo humillaciones mediante los gritos o vociferaciones, sino también aprovechando de su brutalidad, se va a los golpes en contra de ella, para lastimarla, mostrando una mirada, como una especie de satisfacción, al conseguir hacerle daño, sin saber que el agresor vino también de una mujer.

Pero no es la única vez que procede de esa manera, sino que busca hasta la más mínima excusa para castigar a la persona que un día decidió unir su vida, pero, no para amarla, sino para convertirla en su víctima y hacer con ella lo que le plazca, hasta que Dios se encargue de cobrarle por sus actos.

La madre o mujer, encerrada en una "esfera", calla y guarda silencio, en su interior la única idea que ronda es: "Por mi hijo soporto estas cosas y no importa lo que tenga que pasar".

Este caso es tan solo una muestra de lo que pasa en cientos de hogares, incluso con conocimiento de la familia, que sometida ya sea por cuestiones económicas, sociales o de intereses, se convierte en cómplice del agresor, que aprovecha de esa situación para continuar haciendo mal, sin tomar en cuenta que detrás de él hay un niño que percibe todas esas perversas acciones.

El agresor se escuda en el poder que tiene, ya sea del dinero o simplemente, mostrando una cara ante la sociedad de "santa paloma", haciendo creer a los demás que nadie dudaría de él, que es un villano o sádico en el trato que brinda a la persona que le dio un retoño. Por ello, muestra una faceta de una persona tranquila, jovial, comprensible y hasta abnegada.

Son este tipo de personas las más crueles y nefastas que creen que de su lado tendrán para siempre la fortuna, sin saber que por sí solos se condenan a un camino sin retorno, pero no solo eso, también condenan a sus hijos a heredar ese mundo de violencia.

FEMINICIDIO

Hace poco, la ciudadanía orureña fue testigo de uno de los crímenes más terribles del año. Su cuerpo fue encontrado en el interior de una maleta y enterrado en arenales. El agresor confesó ser autor del feminicidio.

Cuando una mujer muere, y no por razones naturales o en accidente, se señala que ha sido víctima de feminicidio; sin embargo no siempre es así, pues para que se dé esta tipificación, la muerte debe estar enmarcada en ciertas circunstancias, que son especificadas en el artículo 252 bis del Código Penal, que fue incluido a través del artículo 84 de la Ley 348, "Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia", promulgada en el presente gobierno, el 9 de marzo de 2013.

El mencionado artículo 252 bis., señala: Se sancionará con la pena de presidio de treinta (30) años sin derecho a indulto, a quien mate a una mujer, en cualquiera de las siguientes circunstancias:

1. El autor sea o haya sido cónyuge o conviviente de la víctima, esté o haya estado ligada a ésta por una análoga relación de afectividad o intimidad, aun sin convivencia;

2. Por haberse negado la víctima a establecer con el autor, una relación de pareja, enamoramiento, afectividad o intimidad;

3. Por estar la víctima en situación de embarazo.

4. La víctima que se encuentre en una situación o relación de subordinación o dependencia respecto del autor, o tenga con éste una relación de amistad, laboral o de compañerismo;

5. La víctima se encuentre en una situación de vulnerabilidad;

6. Cuando con anterioridad al hecho de la muerte, la mujer haya sido víctima de violencia física, psicológica, sexual o económica, cometida por el mismo agresor.

7. Cuando el hecho haya sido precedido por un delito contra la libertad individual o la libertad sexual;

8. Cuando la muerte sea conexa al delito de trata o tráfico de personas;

9. Cuando la muerte sea resultado de ritos, desafíos grupales o prácticas culturales."

Paradójicamente, desde que esta ley está vigente, los casos de violencia en contra de la mujer aumentaron estrepitosamente que más adelante los detallaremos.

CEPAL

Hace pocos días salió un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde Bolivia ocupa en el 2016 el séptimo lugar de 23 países de la región por casos de feminidicios. El informe asigna al país un número de 104 casos registrados.

Esta cifra es superada por Honduras, con 466 feminicidios; El Salvador con 371; Argentina con 254; Guatemala con 211; República Dominicana con 188; Venezuela con 122 y Perú con 100 feminicidios, según el reporte.

De acuerdo con la información oficial proporcionada hasta el momento por los países, en el 2016 un total de 1.998 mujeres de 17 países de la región (14 de América Latina y tres del Caribe) fueron víctimas de feminicidio.

Honduras sigue siendo, para todos los años de la serie histórica, el país de la región con el mayor número total de feminicidios (466 en el 2016), alcanzando una preocupante tasa de un 10.2 feminicidios por cada 100.000 mujeres.

El Salvador es el país que actualmente presenta la mayor tasa de feminicidios: 11.2 por cada 100.000 mujeres, lo que da cuenta de 371 muertes en el año 2016.

ORURO

En lo que respecta a Oruro, hasta octubre de este año, ya se contabilizaron siete casos de feminicidio, uno más que en el 2016. Es decir que hasta octubre del año pasado los casos eran seis.

La directora de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (Felcv), mayor Deysi Rivera, indicó que se registraron hasta el décimo mes de esta gestión, seis casos de tentativa de feminicidio y siete feminicidios, en total fueron 13 casos con esta figura penal.

Mencionó que en la mayoría de estos casos de feminicidio, los agresores son sus parejas, esposos, concubinos; este delito tiene como pena de 30 años de acuerdo a lo establecido en la ley.

SLIM

El Servicio Legal Integral de la Mujer (SLIM) dependiente del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro (GAMO), también tiene sus propias estadísticas acerca de la violencia que se ejerce en contra de la mujer. Son casos denunciados.

En el 2013 se registraron 480 casos; en el 2014 fueron 861, el 2015 se contabilizaron 902 casos, aunque se presume que ese dato no es real, según los actuales funcionarios del SLIM.

En el 2016 se registraron 757 casos de violencia en contra de las mujeres y hasta septiembre de este año, fueron 610. Lo que hace suponer que hasta fines de esta gestión, aquel número superaría las registradas en el pasado año.

Según el reporte de este 2017, el mes con más casos de violencia hasta el momento fue marzo con 96, le sigue agosto con 84, mayo con 72, septiembre con 70, junio con 66, abril con 60, julio con 59, enero con 53 y febrero con 50.

FISCALÍA

El fiscal de Distrito, Mario Rocha indicó que un derecho fundamental es la vida, por eso es que cuando se presenta un caso de feminicidio se da celeridad en la investigación para establecer la participación del imputado en el hecho cometido.

Explicó que cuando se trata un hecho de violencia en contra de la mujer, inmediatamente se pone a conocimiento del ?rgano Jurisdiccional, para que todos los actuados que se hagan sean dentro del marco legal.

"Asimismo, se solicitan todas las medidas de protección que sean necesarias para la víctima. También se le otorga un psicólogo del Ministerio Público para que haga la valoración y las terapias necesarias para proteger a la víctima", indicó.

Entre las medidas de protección, está el alejamiento del agresor y la prohibición de frecuentar a la víctima. Se dispone un investigador y todas las acciones son homologadas por un juez cautelar.

PREVENCI?N

La responsable de la Dirección de Igualdad de Oportunidades dependiente del GAMO, Alina Conde Andrade, afirmó que mediante el SLIM se manejan tres pilares: La prevención, la atención y la reparación del daño.

En la prevención se toman en cuenta las charlas de orientación a aquellas mujeres que son víctimas de violencia y también a las mujeres líderes de juntas de nueva creación. Se capacita en los alcances de la Ley 348 y en la cultura de la denuncia.

En cuanto a la atención, el SLIM recibió denuncias de mujeres que llegaron a tener hasta 14 días de impedimento legal, a consecuencia de las agresiones que recibieron por parte de sus esposos, concubinos o parejas.

"Se trata de hacer ver que no deben naturalizar las agresiones, porque eso se replica en los hijos y no queremos eso, queremos mujeres que frenen ese tipo de violencia y no sea un círculo vicioso que llegue a los hijos", manifestó.

Existe personal especializado para la atención de casos que por día se presentan entre dos a siete casos, solo en la oficina central, y en toda la DIO se llegan a recibir hasta 12 denuncias por día.

En lo que se refiere a la reparación del daño, el SLIM tiene un refugio para víctimas de violencia.

"Se les atiende a las señoras con sus niños por un espacio de tres meses, donde se les otorga alimentación, alojamiento y se les da capacitaciones en ramas técnicas, empoderamiento económico, para que no estén sometidas hacia los agresores y tengan independencia económica", explicó.

ROMPER EL SILENCIO

Ante toda esa situación adversa, ¿Es posible que la mujer víctima de violencia pueda romper el silencio? La respuesta se la trasladamos a la psicóloga Inés Viviana Alanoca Espinoza.

"El silencio se rompe cuando esa persona (mujer víctima de violencia) reconoce que lo que le está pasando, le hace daño. Hay muchas mamás que bajo la excusa de los hijos siguen asumiendo el maltrato, ya sea que vivan con la pareja o incluso estén lejos. He visto casos donde la paciente no vive con el varón, pero sus parejas ejercen maltrato o los papás de sus niños ejercen violencia sobre ellas", resaltó.

Según la profesional, las víctimas que callan y ponen de excusa a sus hijos para no denunciar a sus agresores, piensan que está bien lo que hacen, sin embargo, es al contrario y no reconocen el valor real que tiene la presencia del padre.

Se sobrevalora la presencia del progenitor cuando están en la vida del niño, pero lo único que hacen es dar el mal ejemplo de violencia a los hijos.

"Cuando la madre entiende que no le está ayudando a su hijo, es cuando decide dejarlos. Algunas madres ponen de excusa al niño, pero son ellas las que tienen la dependencia emocional hacia su pareja. Esa dependencia emocional puede ser para no sentirse solos y por ello se mantienen al lado de las personas que las agreden", dijo.

En otras situaciones, existe traición. Pero, las mujeres se sienten conformes con esa acción. Ese tipo de víctimas no tienen consciencia de la dependencia a la que son sujetas y de la influencia real que está causando en sus vidas.

La dependencia es un factor, puede ser la soledad o el abandono. Y no les interesa si son maltratadas. A veces son el reflejo de sus conflictos internos, como por ejemplo pasa aquella situación en mujeres que no tuvieron papá y creen que al denunciar a su agresor, su hijo no tendrá padre.

"Por ello, para evitar reflejar su propio sufrimiento, es cuando dicen que su hijo no sufrirá igual que la persona que no tuvo padre. Pero, no se dan cuenta que a futuro hay otro tipo de conflictos, porque la violencia siempre dejará una marca en la vida", añadió la psicóloga.

En algunos casos el hijo es el intermediario para que la relación se mantenga, sin embargo, no se dan cuenta que el daño será irreparable para el menor.

"Piensan que le están haciendo un favor a su hijo, cuando no se dan cuenta que la tendencia será a ser sumisos en el caso de la mujer y si es varón se reproducirá otro agresor. Entonces, queramos o no, una persona que vive en violencia tendrá también tendencias agresivas, niños impulsivos", afirmó.

La mujer que sufre violencia siente frustración, estrés por el acoso del agresor y es el hijo que absorbe toda esa situación, así no vea el castigo que sufre su madre.

Hay una solución para ese tipo de mujeres y es someterse a tratamientos mediante la terapia psicológica, desde un abordaje sistémico, cognitivo, psicoanalítico, entre otros. Se necesitan tres meses por lo menos, para salir de la esfera de violencia que la mujer se encuentra o abra sus ojos a la realidad "ciega" que vive.

"Si se cambian los pensamientos irracionales será más fácil tener conductas racionales", aseguró la profesional.

CAMBIO

Es posible cambiar de actitud y pese a que existan amenazas del agresor en cualquier sentido incluida hasta la muerte, solo dependerá de la mujer víctima de violencia romper el silencio y darse una oportunidad para vivir una vida más tranquila y convertirse realmente en un apoyo para sus hijos, mientras tanto, sólo será cómplice de sus propias agresiones allanando el camino para seguir sufriendo los golpes del vil cobarde, hasta que la muerta la encuentre en sus manos.

Fuente: LA PATRIA
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