Sábado 28 de octubre de 2017
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Independientemente de si se tratan de paros en la atención en hospitales de segundo o de tercer nivel, el perjuicio es para miles de personas enfermas por dÃa. El solo hecho de no atender a un enfermo constituye de por sà una conducta criminal, y con estupor estamos asistiendo a continuas huelgas en el sector de salud por reclamos de diferente Ãndole, pero que afectan directamente a la ciudadanÃa.
No creo que los trabajadores de salud de manera espontánea y directa decidan realizar esos criminales paros de actividades, considero que deben haber previamente acudido a las autoridades correspondientes para hacer conocer sus reclamos y ante la inatención a estos, revienta el acto criminal de paralizar actividades.
Las autoridades, ya sean nacionales, departamentales o municipales que administran los centros de salud, incurren también en estas conductas delictivas al generar reacciones de los trabajadores, porque no tienen la mÃnima capacidad de negociar antes de que reviente el reclamo perjudicando a miles de enfermos por dÃa. Esa ineptitud administrativa debiera tener efectos directos en los responsables de la administración de los centros de salud, y no sobre los enfermos con riesgo de perder su vida o empeorar su condición al no ser atendidos, ante la ineficacia e incapacidad de atender los reclamos de los trabajadores de salud.