Sábado 28 de octubre de 2017

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Le cuento que tengo tres hijos, son pequeños y seguiditos, mi esposo y yo nos llevamos bien, sin embargo cuando los peques nos colman la paciencia ambos, él o yo les andamos gritando.
Siento que eso no es bueno, pues últimamente entre ellos, también están reaccionando igual.
Dos de mis hijitos en el colegio hacen lo mismo con sus compañeros. En entrevistas anteriores, las profesoras me comentaron esto.
¿Qué debemos hacer?
Respuesta:
Evidentemente no es bueno gritar para hacerse entender y mucho menos a los niños.
Tienen que tomar en cuenta que tanto tú como tu marido, alguna vez fueron también niños, que les gustaba hacer las cosas lento o que se distraían con alguna cosa, que les gustaba jugar y hacer las cosas jugando.
Esta clase de empatía les permitirá a ustedes, ser más pacientes y llevar las cosas con calma al ritmo de sus hijos.
Es bueno pensar qué pasa por su mentecita pequeña y no así por la mente de ustedes que son adultos. Muchas veces van a querer que la obediencia prime, sin embargo los niños querrán hacer otras cosas dándole importancia a sus prioridades.