Jueves 26 de octubre de 2017
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A 411 años de la fundación de la Real Villa de San Felipe de Austria, los verdaderos orureños prometemos que de aquà en adelante habrá un nuevo amanecer sabiendo que el mejor honor al que somos merecedores, es el cumplir con nuestro deber al servicio de esta tierra bendecida por Dios y la Virgen del Socavón.
Con esa convicción, consideramos que de nada valen los halagos, condecoraciones o reconocimientos porque son una simple forma de adulación irracional que carece de sentido cuando el que impone la distinción se siente seguro de contar con un nuevo adepto a su labor pública asà esté plagada de irregularidades.
Ya es tiempo de reparar los constantes agravios de los que es objeto nuestro departamento, debiendo concatenarse ideas que reanimen la energÃa para superar obstáculos que no permiten que la región sea un centro donde predomine la atracción de tener instalaciones industriales de calidad, dedicadas a transformar materias primas en productos manufacturados.
No podemos rechazar la presencia de grupos financieros que tienen la firme intención de invertir en Oruro para el funcionamiento de sus empresas y contribuir al desarrollo económico departamental.
