Sancionarán manejo ilegal de la coca

Aunque este tema es parte de la renovación del Código del Sistema Penal, los diputados de manera general aprobaron algunos artículos que endurecen las penas para los productores o personas en general que cultiven coca en zonas no autorizadas, pero además se aclara que también hay sanciones para los que comercialicen, transporten o desvíen la coca con fines ilícitos.

Lo que sucede es propiamente una renovación de la Ley 1008, que ha sido considerada como un instrumento que en muchos casos determinaba sanciones muy radicales para personas que de manera indirecta o por ignorancia incurrían en el manejo de coca, dejando con sanciones iguales o menores a productores irregulares o traficantes de droga.

Para algunos observadores las medidas se endurecen en materia del manejo irregular de la coca, para otros analistas, si bien pueden ser más drásticas será más difícil de comprobar la "comisión delictiva", en todo caso, se pretende ejercer mayor control frente a las infracciones que puedan cometer los productores y comercializadores ilegales de la hoja de coca.

Por ejemplo el art. 166 sobre la producción del arbusto milenario en "zona no autorizada", se complementa con el art. 17 de la Ley General de la Coca, en el que se específica "la zonificación de los cultivos en autorizadas y no autorizadas", esta regulación debe ser observada con mucho cuidado, pues un error en el uso de terrenos no autorizados generará sanciones a los infractores.

Se define que "la persona que, por sí o por medio de otra, siembre, conserve, coseche o recolecte coca en zonas no autorizadas será sancionada con prisión de dos a cuatro años, además de una multa de 100 a 250 días". La ley 1008 aplicaba de uno a tres años de privación de libertad. En materia de penalidades se estima de tres a seis años a la persona que financie el cultivo de coca en zona no autorizada y se agrava la sanción de cuatro a ocho años de presidio "si el cultivo se realiza en parques nacionales, áreas protegidas o reservas forestales".

Por lo que se observa además de otras disposiciones complementarias y dirigidas a los comercializadores de la coca, las medidas son más radicales que las vigentes en la 1008, pero el punto de conflicto se presentará cuando deba aplicarse la nueva disposición con todos sus artículos y ejecute a productores irregulares, que hay muchos, así como comerciantes ilegales que no responden plenamente sobre el destino de grandes cantidades de coca que se adquieren en el mercado del Chapare y cuyo destino es totalmente desconocido y por lo mismo ilegal y sujeto a las sanciones previstas.

Lo que se reclama es una reglamentación apropiada para el sistema de comercio de la hoja de coca, los intermediarios y hasta los vendedores al menudeo, el caso de las cantidades autorizadas por ejemplo para el masticado (acullico) en el caso de muchos trabajadores, incluyendo el uso de la coca medicinalmente en cualquier hogar o rituales costumbristas. Se toma por ejemplo algunas provincias de Argentina, donde la coca se ofrece libremente como parte complementaria del menú diario, por lo tanto sin riesgo de caer en sanción. Es un tema delicado que seguramente será todavía afinado.

Fuente: LA PATRIA