Hay déficit de profesionales en la industria química y minería

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Ciertos datos reveladores en el último tiempo nos muestran una realidad alarmante, cuando se establece por ejemplo que no hay la suficiente cantidad de profesionales de ingeniería química en hidrocarburos, y en el otro extremo en minería y metalurgia.

Se trata de una carencia preocupante si se toma en cuenta que nos falta gente especializada para manejar proyectos de los rubros más importantes en materia productiva nacional, hidrocarburos y minería, las fuentes de recursos naturales no renovables que son la base de la economía nacional, para garantizar su desarrollo presente, especialmente en el caso de hidrocarburos (gas) y para el futuro incluir la minería como fuente alternativa que asegure la generación de recursos para el país.

Tomando en cuenta ese hecho es fácil colegir que hay preocupación en los niveles de la responsabilidad administrativa del país, que además de la dependencia de esos dos elementos productivos para su exportación estamos limitados a las restricciones de orden profesional, formado en nuestras universidades y consecuente con las necesidades del desarrollo nacional.

Conociendo esta realidad el problema tiene doble efecto, por una parte son pocos los profesionales que se gradúan en nuestras universidades públicas y privadas en las ramas de ingeniería, que son varias y que por falta de incentivos tienen muy pocos inscritos, especialmente en minería y metalurgia o hidrocarburos, pues los que terminan la carrera, difícilmente se quedarán en nuestras empresas porque el régimen de salarios resulta muy tentador en el exterior y muy restrictivo en el interior del país.

Recientemente en el importante proyecto de producción de úrea, se mencionó la falta de recursos humanos especializados y aunque un ejecutivo de YPFB, señaló que existen profesionales para operar la planta, en los hechos son poquísimos. En el caso de la metalurgia, se sabe de profesionales bolivianos que prestan servicios en grandes fundiciones del exterior y que para salvar esa deficiencia se acude a la contratación de personal extranjero, que trabaja temporalmente.

Faltan profesionales de la materia, no hay recursos humanos para cubrir ese déficit, por lo que se necesitan políticas especiales para incentivar desde las universidades en el país la formación de estos profesionales y paralelamente recuperar a los bolivianos que trabajan fuera, pagándoles salarios del nivel que les corresponde y que los atraiga para servir en el país.