Pandemia sicótica en el MAS

La sicosis es una enfermedad mental grave, que se caracteriza por una alteración global de la personalidad, provoca anomalías en las ideas acompañada de trastornos del sentido de la realidad, caracterizada además por miedo, angustia u obsesión irracional. Así dicen enciclopedias médicas y sicólogos al referirse a este mal psíquico, antesala de la demencia, cuyo brote, luego de las marchas de apoyo a la democracia es mucho más perceptiva entre sus líderes.

Los principales síntomas son los delirios y las alucinaciones.

Los delirios corresponden a falsas creencias de la realidad, pensamientos ilógicos, con frecuencia extravagantes. Deliran con la derecha, el imperialismo y los medios de comunicación a los que culpan por sus desaciertos, con la democracia que a raja tabla dicen que es monista-masista, que sin Evo la luna ya no brillará, que el "Che", Fidel Castro y Hugo Chávez son igual que Jesucristo, que no hubo 52 por ciento el 21F. Es decir, no viven la realidad, están en otro mundo, próximos a la locura.

Las alucinaciones son percepciones falsas, según la sintomatología, sin estímulo real, como escuchar, ver o sentir cosas que no existen, como que Evo es el nuevo "Che," que es igualito a la señora Merkel. Alucinan con que el pluralismo es una estructura de la derecha, con un gobierno de 200 años, con un socialismo sin un ápice de serlos, como lo ha desnudado la respetable Loyola Guzmán, Si ser masista es ser socialista, yo no soy socialista.

Pero no todas las alucinaciones y delirios están asociadas a un mismo trastorno. El más común es la esquizofrenia, enfermedad que afecta al sistema nervioso central. Aún no se conoce de manera acabada qué gatilla estas enfermedades, pero se cree que pueden estar asociados factores genéticos que perjudican el normal desarrollo del tejido nervioso. Creen que escuchan coros y olas que les hacen víctimas de sus propios errores.

Oyen voces que les discriminan. Lanzan cualquier disparate, quieren justificar lo injustificable. Son irracionales, expresivamente ilógicos.

Otro de los trastornos sicóticos es el trastorno delirante y se diferencia según la duración, el curso de la enfermedad o la temática, como celos, prejuicio, entre otros, como los raciales, la discriminación, o como la persecución a sus derechos humanos. El delirio se refiere a un tema concreto y es imposible rebatirlo de manera lógica.

Finalmente, el trastorno sicótico compartido es un trastorno más raro, en que dos personas comparten los mismos delirios y alucinaciones. Esto se debe a que una de las personas tiene un trastorno sicótico y la otra una personalidad dependiente con una estrecha relación con quien padece la enfermedad.

Estas prescripciones, son similares a las que se percibe padecen nuestro mandatarios, no nos corresponden diagnosticar. Estas similitudes han sido recogidas de enciclopedias de sicología médica, y simplemente les proponemos como tema de lectura ante las ilógicas, irracionales, posturas que adoptan los masistas, y que pueden volver loco a cualquier racional mortal que les sigue de cerca sus pasos.

(*) Periodista