"Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas" decÃa Sun Tzu en su grandiosa obra "El Arte de la Guerra". Manual de vida no sólo para militares o empresarios agresivos o polÃticos ambiciosos, sino que bien pueden aplicarse cada una de sus enseñanzas en los episodios cotidianos de nuestras vidas, en los momentos buenos y en especial, en los no tanto.
Y esta frase que traigo a colación se hace realmente importante, ya que básicamente (me refiero al sentido primario de este libro) está enfocado en la guerra, todas sus enseñanzas van direccionadas a dos bandos: en quien lee el libro y su contrincante, al que repetidamente sin buscar muchos sinónimos se refiere como "el enemigo".
El diccionario no es muy claro en su magnitud, pues lo define en quien simplemente está en desacuerdo o en caso de guerra, quien pertenezca a la rivalidad. En lo personal, no concuerdo con ello, pues trato de darle a este vocablo una dimensión maximizada, superlativa si se quiere. O sea, a no ser que se trate de una guerra, me va a costar realmente mucho poder ver en un ser humano a un enemigo, siento y creo siempre que ambos tenemos debilidades y fortalezas que si en determinado momento nos pueden enfrentar, con inteligencia y desprendimiento de ambas partes, se pueden lograr arreglos de modo que incluso los enfrentados terminen de aliados.
Hay tres tipos de enemigos en la polÃtica y estos asumen cargo en diferentes oportunidades porque si bien muchos pueden ser perpetuos, estos no ejercen permanentemente sino sólo cuando se los necesita.
Los capitalistas, imperialistas, hijos del rey siempre serán enemigos del pobre, lo usan y sojuzgan para su beneficio grupal y procuran que todo se rinda al vil capital, además de su amor por las trasnacionales a las que ansÃan con fervor venderle todo lo que la patria posea hasta la última gota de sangre. Los zurdos por su lado, son los horribles come wawas que no quieren que el pobre deje ser pobre sino que su ansiado anhelo es que todos sean pobres por igual. Defienden todo lo estatal y su norte es que el gobierno lo maneje todo aun sabiendo que no maneja nada y casi siempre termina por arruinarlo todo.
Eso sÃ, por definición, ninguno de los dos son corruptos, ese es un estatus que sólo se le puede atribuir al del frente.
Es además un enemigo que puede gozar de miles de privilegios, puesto que es justamente como más se lo necesita mostrar. Rehuyente de la justicia, abarrotado de fortuna, inexpugnable y de paso con una capacidad de hacer cosas que ni ellos mismos sabÃan que tenÃan.
Este enemigo en particular, es el que cada cierto momento los masistas por ejemplo, usan a sus anchas, puesto que dependiendo de las necesidades, este mismo enemigo, en determinado momento termina siendo su mejor aliado y hasta postor.
Uno de los puntos fundamentales de la llamada "Agenda de Octubre", fue justamente la repatriación de estos dos personajes, que deberÃan llegar a Bolivia para rendir cuentas y conocer su versión de los hechos en un juicio justo e imparcial.
Lógicamente sabemos que lo que menos tendrÃan acá serÃa algo justo, seguramente los lincharÃan en la plaza y bailarÃan en la fogata, pero ese es otro tema. El gobierno que tanto proclama su apego a la justicia, mÃnimamente deberÃa (aunque sea para disimular y gastar plata, que tanto les gusta) iniciar un proceso ante el paÃs del norte para que estos dos fulanos vuelvan.
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