Miercoles 11 de octubre de 2017
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Desde siempre, las libertades del ser humano han estado en peligro porque, de una u otra manera, habrían contrariado "derechos" de quienes se hicieron de poderes de naciones que han caído en manos de ambiciosos que no toman en cuenta que esas libertades son patrimonio de todos los seres humanos; ellos, soberbios y petulantes, han creído que, por tener el poder público - y hasta económico y social - deben manejar las libertades del pueblo conforme a sus designios. Entre esas libertades siempre estuvo la que se consideró sustantiva y más importante: la libertad de expresión que es la manifestación, exposición, uso, determinación y sustento de los sentimientos del ser humano.
La libertad de expresión es manifestación de la conciencia y con ello, del libre albedrío otorgado por Dios. Nadie, por poder que tenga, puede vulnerar ese derecho o, como muchas veces se pretende, alterarlo, cambiarlo, modificarlo, adulterarlo y menos suprimirlo que sería igual a destruirlo. Las organizaciones de prensa y periodistas como son la Asociación Nacional de la Prensa y la Asociación Nacional de Periodistas, han expresado su protesta e indignación por las intenciones de algunas autoridades para cambiar la Ley de Imprenta, ley que desde el año 1925 es parte sustantiva de las libertades; es el documento que regula y guía las actividades de prensa porque sus principios se basan en la libertad de conciencia para expresar lo que siente el ser humano. La Ley de Imprenta es reguladora responsable del accionar de periodistas y empresas de comunicación social.
