Héctor Irahola, un técnico que cree en su gente

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

El valor de la vida es creer en uno mismo, en principio y luego en su gente, capaz de transformar cualquier situación con el ánimo de lograr siempre un objetivo. Esta es precisamente la consigna de un técnico que trabaja en su tierra y porque está seguro que existe talento para conseguir lauros en el deporte.

�l es Héctor Irahola Cortez, un deportista desde niño que tuvo en mente ser un gran jugador. Nació el 25 de octubre de 1959 en la ciudad de Oruro. Desde que tenía uso de razón se dedicó a la disciplina de sus amores, el fútbol.

"Yo vengo de una familia de jugadores de fútbol, tenía un tío, Juan Carlos Oropeza que jugó en el Bolívar, en The Strongest. Pienso que salí de ahí, porque mis hermanos también eran jugadores de fútbol y como quien dice lo llevo en la sangre", manifestó.

A los siete años, Héctor comenzó a jugar. A medida que pasaban los años observó que había escuelas de fútbol, en Oruro del profesor Niséforo Richer y de Yerko Orlandini, San Lorenzo.

�l desde niño quería entrenar en una de esas dos escuelas, pero no tenía los recursos para hacerlo. Sin embargo, más pudo su amor por el deporte que su preparación, lo hizo personalmente, cuando ya tenía 14 años debutó en el fútbol en un equipo de primera denominado "Deportivo Junín", que participaba en la categoría Primera "B". El dirigente del equipo era don Donato Miranda.

TÃ?CNICO

Con el paso del tiempo, Héctor siguió viviendo en el mundo del fútbol. Un anhelo que tenía desde niño era lograr crear su propia escuela de fútbol y ese sueño se hizo realidad, evocando las palabras del técnico Eduardo Villegas.

"Mi sueño se ha cumplido porque estamos formando niños, jóvenes. Primero la persona y después el jugador. A través del fútbol se conoce a gente de toda clase, pero nosotros tenemos una escuela con buenos cimientos, por eso tenemos a 12 chicos que juegan en la Primera y apenas tienen 17 años", señaló al resaltar que el club que fundó fue Afiz en el 2009, en todas sus categorías inferiores.

En el club que dirige existen seis técnicos que también fueron jugadores de fútbol. La fórmula del trabajo les permitió captar gente.

"Si en el fútbol orientas al niño como debe ser, el papá siempre viene. No es casual la escuela, mis hermanos y yo que trabajamos en la escuela, siempre hemos sido correctos y rectos. Por eso el papá confía en nosotros y en la actualidad tenemos más de 200 alumnos", afirmó.

También destacó que el trabajo con sacrificio tiene ya sus primeros frutos al mantener un equipo en la categoría Primera "B".

En la escuela hay niños desde los cuatro años que trabajan en grupos y su misión es que capten las lecciones en la parte técnica.

"Es la parte más difícil al empezar con los niños. Los niños aprenden y captan rápido. Nosotros les tratamos como si fuésemos sus papás. Por eso los padres de familia confían en nosotros. También hacemos un trabajo psicológico, cada mes nos visita una doctora que va a la cancha. La autoestima de un niño siempre tiene que ser alto", aseguró.

La disciplina, la humildad y el trabajo son los preceptos establecidos en Afiz para salir adelante. La labor de preparación es constante, por ello les permitió conquistar una serie de lauros en las categorías Sub-9, Sub-11, Sub-13, Sub-15 y Sub-17, además salieron campeones y ascendieron a la categoría Primera "B". A la fecha ya suman 18 títulos en su haber.

La capacitación en la dirección técnica de Héctor Irahola es constante, asistiendo a cursos dictados por profesionales del área a nivel nacional e internacional, logrando el aval de la Federación Boliviana de Fútbol. Esos conocimientos son transmitidos a sus pupilos.

"Para mí es una alegría grande trabajar con niños, darles el cariño, la amistad y quererlos como a nuestros hijos. Para mí el fútbol es algo grande que lo llevo en el corazón", aseguró.

Héctor dirigió también la selección de Oruro, uno de esos recuerdos lo tiene en la memoria cuando viajó a Trinidad con la Sub-16. En aquella oportunidad le ganaron a Cochabamba 6 a 1.

"Todos decían que Cochabamba nos iba a golear porque estaba el hijo de Baldivieso y de muchos ex jugadores ligueros. El presidente de la delegación una noche antes nos reunió y les pidió a los jugadores que lo ganen. Esa noche los chicos se han motivado, ya en el partido Cochabamba comenzó ganando 1 a 0 al minuto, pero los chicos reaccionaron y terminamos goleando 6 a 1. Para mí ha sido una alegría grande", recordó.

Héctor vive el fútbol, considera que es lo más hermoso que le puede ocurrir a un niño o a un adulto, porque influye positivamente siempre, cuando, cómo, se lo oriente y forme.

"En Oruro hay jugadores excelentes, pero no le ponen esa atención. No hay disciplina, no hay seriedad, no hay responsabilidad", indicó.

En contrapartida el técnico orureño considera que el secreto para llegar al éxito y ser un gran jugador de fútbol, es solamente el trabajo, la humildad, la disciplina y el sacrificio.

"Mi sueño es que se les dé importancia a los niños y jóvenes orureños. No nos dan importancia, ojala haya dirigentes en San José que promocionen a nuestra propia gente, pero no hay dirigentes de esos", manifestó.

Fuente: LA PATRIA