La improvisación no siempre da buen resultado

Existen corrientes de pensamiento que defienden que es mejor no planificar mucho las cosas, para evitar el estrés y pasarse la vida ajustados a un rígido programa, sin embargo, muchas veces improvisar y no planear puede traer consecuencias negativas, sobre todo cuando se trata de proyectos gubernamentales.

Muchos de los planes mal elaborados o hechos a la rápida para mostrar que los gobernantes trabajan por la sociedad, han terminado dejando a las poblaciones "elefantes blancos", obras que no se usan o programas que no avanzan y no cumplen su objetivo.

Es el caso de los plantines de Chuzaqueri en Oruro, por ejemplo, que fueron dejados en la tierra, alejados de las zonas habitadas por humanos, por lo tanto, no había quién riegue los arbolitos, ni los cuide, el prendimiento, en consecuencia fue mínimo en relación a los plantados en el lugar.

En la ocasión, el mandatario señaló que el cuidado de la Tierra no sólo es responsabilidad de las autoridades, sino del pueblo en general, pero vemos que en algunos casos ni los gobernantes son capaces de respetar los ecosistemas, un claro ejemplo es el hecho de atentar contra una reserva natural por cumplir favores políticos con algunos sectores, otra muestra clara es que se talan árboles para construir obras de ingeniería para supuestamente facilitar la vida de los ciudadanos, pero eliminando impunemente a los llamados pulmones del planeta.

No se trata de hablar mal de las autoridades por perjudicar, sino que esas acciones, improvisadas o mal planificadas, tienen consecuencias negativas y una muestra clara de ello es que un estudio publicado por el sitio británico Eco Experts, muestra a través de infografías los países que tienen más posibilidades de adaptarse al cambio climático, y un mapa de riesgos del mundo, donde Bolivia está entre los más vulnerables y menos adaptable al cambio climático, y eso se genera por la deforestación que sufren grandes extensiones de bosques y selvas, para acrecentar la frontera agrícola, sin tomar en cuenta que para la agricultura existen otros espacios; eso por decir lo menos, pues también se publicó una ley para explorar en busca de hidrocarburos en áreas protegidas y finalmente, se puede ver claramente que no existen políticas de mitigación de daños ambientales, pero tampoco de cuidado y protección del medioambiente. Es menester dejar de improvisar y tomar en serio el presente de Bolivia, para obtener resultados positivos.

Fuente: LA PATRIA