Jueves 05 de octubre de 2017
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Los bolivianos estamos viviendo al filo de la navaja caminando por una frágil cornisa, próximos a caer dentro de un aparejo de cuerdas, alambres y púas para después ser sepultados por acólitos del MAS que cercenaron la Constitución PolÃtica del Estado a favor de los que dicen estar a la cabeza de la "vanguardia de la dictadura".
Está en la conciencia de todos que cumpliendo una orden de gobierno, el Tribunal Constitucional Plurinacional, cometió un flagrante delito al pisotear, estropear y destrozar la Carta Magna, dando paso a la repostulación de don Evo Morales Ayma.
Esa actitud es una muestra de la falta de respeto a la democracia porque están desconociendo que el pueblo es el único que tiene la potestad de emanar las funciones y atribuciones del poder público con carácter inalienable e imprescriptible.
Los magistrados mancharon su honra al ignorar ese precepto, inclusive el resultado del voto emitido el 21 de febrero de 2016 y el propio artÃculo 168 de la CPE, determinaciones que imposibilitan una nueva candidatura del jefe de los cocaleros.
